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Una propuesta de trabajo: caminar colectivamente la esperanza

Àlex Guillamón

En el Boletín 69 Entrepueblos pudimos leer visiones y vivencias de la trayectoria de nuestra organización en estos treinta años desde su nacimiento, incluso algunas de la década anterior, de sus precedentes en el movimiento de solidaridad con América Latina. Pero ¿cuál puede ser el papel, la utilidad y, por lo tanto, el futuro de una organización como Entrepueblos a las puertas de la tercera década del siglo XXI?

La respuesta a esta pregunta será forzosamente el resultado de dos factores: las capacidades y limitaciones que heredamos de nuestra trayectoria, y el contexto en el que deberemos seguir actuando con dichas capacidades y limitaciones. Ambas cosas rebasan con creces las dimensiones de este artículo, pero vamos a tratar de hacer algunos apuntes.

Un contexto de crisis global

Lo más relevante que podemos decir sobre el contexto en que nos encontramos es que se trata de una crisis sistémica global, una crisis civilizatoria. Hay quien limita sus alcances calificándola como crisis del sistema, o del capitalismo, pero, éste es un planteamiento parcial, ya que no son las clases más poderosas precisamente quienes están padeciendo sus consecuencias. Como dijo en su célebre frase el potentado Warren Buffet, a sus 84 años, “Hay una guerra de clases, y es la mía la que va ganando”. Ciertamente… y aunque ello suponga socavar las mismas bases ecológicas y sociales de la sociedad humana.

En verano de 2014 centenares de activistas sociales, entre ellas líderes recién incorporadas entonces a la “nueva política”, firmaron el manifiesto “Última llamada”, hoy, por desgracia, bastante caído en el olvido. En él se caracterizaba parte del significado de esta crisis:

“Estamos atrapados en la dinámica perversa de una civilización que si no crece no funciona, y si crece destruye las bases naturales que la hacen posible. Nuestra cultura, tecnólatra y mercadólatra, olvida que somos, de raíz, dependientes de los ecosistemas e interdependientes” (…) “Necesitamos construir una nueva civilización capaz de asegurar una vida digna a una enorme población humana, aún creciente, que habita un mundo de recursos menguantes” (…) “Pero esta Gran Transformación se topa con dos obstáculos titánicos: la inercia del modo de vida capitalista y los intereses de los grupos privilegiados (…) necesitamos una ruptura política profunda con la hegemonía vigente, y una economía que tenga como fin la satisfacción de necesidades sociales dentro de los límites que impone la biosfera, y no el incremento del beneficio privado”.

Un buen diagnóstico sino fuera porque en ninguna parte mencionaba un concepto fundamental que confiere su verdadera dimensión a la crisis de la que estamos hablando: este modo de vida capitalista al que alude es en realidad el modo de vida del patriarcado capitalista.

En palabras de Amaia Orozco(i), se trata de una crisis que va mucho más lejos de la crisis económica y financiera, “una profunda crisis multidimensional para referirnos, al menos, a tres cuestiones: a la crisis ecológica, a la crisis de reproducción social y a la crisis de los cuidados. La crisis ecológica abarca diversas dimensiones interconectadas: cambio climático, agotamiento de los recursos naturales, y colapso de la biodiversidad. Por crisis de reproducción social nos referimos a que el conjunto de expectativas de reproducción material y emocional de las personas resulta inalcanzable, pudiendo, a menudo, derivar lisa y llanamente en muerte, como ocurre con la crisis alimentaria. La noción de crisis de los cuidados afecta a una dimensión concreta de dichas expectativas de reproducción: los cuidados, implicando que los arreglos del cuidado son insatisfactorios, insuficientes, precarios y no libremente elegidos.”

A ello habría que añadir también la diferente forma en que impactan estas crisis en los diferentes pueblos y clases sociales, para el Norte global y el Sur global, como señalaba uno de los informes del Worldwatch Institute, “más de 1.700 millones de habitantes del planeta conforman la categoría global de la «clase consumidora». En el reverso de la moneda figuran los 2.800 millones de personas que sobreviven con menos de dos dólares al día” (…) “en este siglo, el apetito consumidor sin precedentes destruye los sistemas naturales de los que todos dependemos y hace aún más difícil que los pobres satisfagan sus necesidades básicas”.

 

Uno de los objetivos principales del manifiesto “Última Llamada” era influir y comprometer a la gente que en aquel momento se estaba incorporando a la política desde las nuevas plataformas ciudadanas acerca de la necesidad de que estos temas estuvieran en primer plano de sus agendas en caso de que accedieran a cargos electos. Desgraciadamente, sin entrar en los motivos, a la vista está que ésta sigue siendo una asignatura pendiente. Lo urgente a corto plazo sigue pasando por encima de lo más importante.

Es muy grave que a estas alturas del siglo las instituciones políticas y gobiernos sigan sin afrontar los compromisos políticos que demanda la crisis global en tantos ámbitos, pero es aún mucho más grave que desde la sociedad no les llegue una demanda atronadora al respecto. Y es que el principal obstáculo para que podamos hacer frente a retos como el cambio climático, la crisis energética, ecológica, o alimentaria, la extrema desigualdad, la crisis de los cuidados y la reproducción de la vida, física y social, no es tanto la falta de alternativas, como la falta de empoderamiento social frente a quienes dominan la economía y la política global: frente a las grandes empresas transnacionales y a las instituciones cooptadas por ellas.

¿Cómo es posible, por poner sólo un ejemplo, que a estas alturas del siglo XXI aún no se haya demandado a ningún gobierno o empresa energética responsables de lucrarse mediante el más grave crimen contra la Humanidad que supone y supondrá el cambio climático para centenares de millones de personas?…

Más allá de nuestras limitaciones. Alternativas desde el trabajo en red

Hoy, pues, no se nos ocurre ninguna misión más importante que hacer frente a este contexto. Y, a la vez, a nadie se le escapa que ésta es una tarea inmensamente mayor a las capacidades de una modestísima organización como la nuestra, compuesta por un colectivo de activistas sociales, una mínima estructura técnica, varios centenares de socias y socias que la apoyan, y, eso sí, una amplia red de vínculos de solidaridad con movimientos y organizaciones de nuestro país y de Abya Yala/América Latina.

Creemos que una de las claves está en, sin dejar de construir y mimar estos activos, mirar más allá. Tomar perspectiva y saber ver a Entrepueblos como una estrella que forma parte de una gran constelación social de colectivos con diferentes causas de transformación social, que se crean, se transforman, se acercan (y a veces de alejan), que alumbran movimientos sociales, que se interconectan con movimientos internacionales, que resisten y aportan experiencias y alternativas frente a las diferentes dimensiones de la crisis global.

Es esta constelación la que, en determinados momentos y en determinadas condiciones, puede reunir y organizar capacidades más significativas de trasformación social. Un ejemplo de ello lo hemos visto recientemente, con la huelga feminista, un movimiento surgido de una iniciativa del movimiento argentino “vivas nos queremos”, en tan sólo un año se ha globalizado y popularizado a través de las redes del internacionalismo feminista.

Por tanto, creemos importante saber trascender nuestras limitaciones con esta acción consciente en red, sentir como nuestra también esta identidad más amplia, intentar cooperar en su construcción y articulación desde nuestros valores y nuestras modestas capacidades. Apostamos por la cooperación, por la construcción y el cuidado de los espacios comunes, por alimentar la empatía, por la capacidad de gestionar las diferencias, por los liderazgos colectivos, incluyentes y feministas. Siempre hemos defendido que no se puede querer luchar contra el poder de las multinacionales y empeñarse en hacerlo a través de sus valores: la competencia o los protagonismos compulsivos más o menos disimulados, el cultivo de los micro-poderes o el desarrollo de las organizaciones como marcas.

En estos 30 años siempre hemos defendido la necesidad de incidencia política a la vez que la autonomía de los movimientos sociales en los que hemos participado o con los que hemos cooperado, tanto ante a las organizaciones políticas como ante las instituciones públicas, incluidas las que en algún momento podamos sentir como más cercanas.

“Podemos y debemos contribuir a reparar los “cortocircuitos” que el sistema produce en la solidaridad internacional, en la conciencia sobre la dimensión internacional de las causas, los efectos y las posibles alternativas de la crisis multidimensional que estamos viviendo.

Por eso es posible y necesario un abordaje multidimensional que integre los mecanismos de explotación, dominación y dependencia tanto en lo que respecta a los ámbitos de satisfacción de las necesidades sociales materiales, como a los ámbitos de la socialización y el cuidado entre las personas. Y que integre también la construcción de propuestas alternativas trenzando las fuerzas de emancipación. En todo esto también se requiere un análisis intercultural y el rescate de experiencias surgidas de otros pueblos y latitudes, no para copiar, sino para enriquecer nuestro propio camino hacia lo que los movimientos sociales en América Latina/Abya Yala, desde diferentes matrices culturales, denominan el “sumak kausay” (con-vivir plenamente) o el “post-desarrollo”(ii).

Compromiso social para rescatar la esperanza

Como decía Ramón Panikkar, no hay ninguna certeza de que otro mundo sea posible, pero sí la hay completa de que este es imposible. Para la gran transformación que necesitamos no basta con la liquidez de los “likes”, ni con seguir “tendencias”, ni con el márquetin social. No se trata de adaptarse a las pautas y modas de la cultura dominante, tampoco de desconocerlas, sino de transformarlas y de construir esa “contracultura” que se reivindicaba en Paris hace ahora 50 años. Se trata de la acción “en vivo”, localizada, en las calles, en los centros de trabajo, en los barrios y también en nuestras casas. Si, por muy “antiguo” que suene, se trata de la acción encarnada en el “aquí, en el ahora y en la colectividad”.

Acto contra la minería en la Cordillera del Cóndor, Ecuador

Se lo hemos escuchado al pueblo indígena nasa, de Colombia: “la palabra sin acción es vacía. La acción sin la palabra es ciega. La acción y la palabra sin el espíritu de la comunidad son la muerte”. También lo podemos decir en palabras de la filósofa Marina Garcés: “el compromiso es nuestra condición fundamental, nuestra forma de estar en la vida. Siempre estamos comprometidos en situaciones comunes, en todos los niveles: biológico, social, político (…). Desvincularnos de estos compromisos, romper los lazos con la condición común de la vida como problema, es cometer un acto de violencia. Comprometerse es una toma de conciencia, sí, pero no implica un posicionamiento mental, sino un posicionamiento con el cuerpo, con la vida, con los afectos”(iii).

Entrepueblos seguirá practicando y promoviendo esta concepción del compromiso social. Retejiendo la desconexión que nos impone la cultura del poder patriarcal, capitalista y neocolonial. Un compromiso “bifocal”, es decir, arraigado en lo local y, a la vez, internacionalista.

Frente a los abrumadores retos que supone este contexto de crisis global y, sobre todo, ante los poderes a los que nos enfrentamos, evocamos las palabras de Gustavo Esteva, uno de los fundadores de la Universidad de la Tierra de Oaxaca: “Esperanza es algo distinto de optimismo: no es un mero estado de ánimo. (…) Es eso lo que tenemos que recuperar: la esperanza de que por nuestra propia acción, desde abajo, en nuestras relaciones directas, acabando con las relaciones crueles y autoritarias en las que estamos envueltos, podemos, primero, detener el horror construyendo algo nuevo, y, segundo, caminar esos nuevos caminos en otra dirección”(iv).

A caminar colectivamente y a sentipensar esta esperanza nos auto-convocamos y os convocamos a los cientos de personas y a los muchos colectivos que, tanto desde aquí como desde Abya Yala/América Latina, nos han acompañado durante estos años y nos queremos seguir acompañando.

 

(i)De vidas vivibles y producción imposible, Amaia Orozco, en “No dejes el futuro en sus manos”, Entrepueblos, Barcelona 2012.
(ii)No dejes el futuro en sus manos. Cooperación solidaria ante la crisis del capitalismo global, Entrepueblos, Barcelona 2012.
(iii)La Ciudad siempre Ha sido refigio, entrevista a Marina Garcés, Barcelona Metrópolis, Barcelona 2015.
(iv)Es importante recuperar la esperanza como una fuerza social, entrevista a Gustavo Esteva en la revista Magis, Guadalajara (México) 2015.

Seguimos tejiendo redes de feminismos internacionalistas

Montse Benito (Comisión de feminismos)

“Venimos de lejos, tenemos una larga historia feminista, y un recorrido de muchos 8 de marzo tomando la calle, la plaza, la palabra con el propósito de subvertir el orden del mundo y el discurso heteropatriarcal, racista y neoliberal.”(http://www.feministas.org/convocatorias-8-de-marzo-2018-dia.html)

Escribo estas líneas para publicar en este boletín de conmemoración del 30 aniversario de Entrepueblos-Entrepueblos-Entrepobos-Herriarte con la necesidad de transmitir una fuerte convicción que hemos mantenido desde nuestros inicios, la capacidad de transformación social de los movimientos feministas, movimientos feministas transgresosores con las relaciones de poder capitalista y heteropatriarcal en los diferentes países y culturas.

Unos movimientos feministas que a partir de la experiencia más colectiva vivida en este siglo XXI de “crisis global” han empezado a hablar desde otros ámbitos de la complejidad y desafíos de lo que podemos denominar “conflicto capital vida”. Nos identificamos mucho con Cristina Carrasco cuando afirma que “La economía feminista apuesta por la vida humana, y no por el beneficio capitalista”(1)

Estos “saberes y formes de hacer” feministas se han visibilizado de forma clara este pasado 8 de marzo cuando millones de mujeres en todo el mundo hemos tomado las calles convocadas por las organizaciones feministas compartiendo un grito colectivo, indignado, reivindicativo y a la vez esperanzado. Redes formales y más espontaneas han trabajado durante meses generando fuertes vínculos y viviendo con intensidad este proceso colectivo y global. Mi reconocimiento y agradecimiento a todas las mujeres que tuvieron la iniciativa política y la determinación para impulsar esta forma de protesta #huelgafeminista, empezando por el Colectivo “Ni una Menos” de Argentina, cuya chispa en la primera convocatoria de 2017, prendió la llama en más de 170 países un año después.

Esta #huelgafeminista como escribe Justa Montero (2) ha constituido “una protesta global, claramente política, cargada de emoción y razón (dos elementos imprescindibles para la revuelta feminista), respondiendo a un llamamiento que exigía un cambio y cuyo impacto político, social y mediático está por valorar en toda su dimensión”. Las reivindicaciones feministas del #8M en las que participamos ponían en el centro las condiciones de vida concretas de las mujeres, nos sentimos interpeladas, apeladas a expresar los malestares acumulados por las injusticias que atraviesan nuestras vidas y la forma como la sociedad las trata: nos asesinan y nos agreden sexualmente; nuestras vidas son precarias y están atravesadas de injusticias y desigualdad; nos hablan de una igualdad engañosa y de unos cambios que nunca llegan; no hay lugar donde el machismo no marque nuestra cotidianidad manifestándose de muy distintas formas.

En estos 30 años de existencia nuestro acercamiento a otros continentes nos ha permitido conocer más en profundidad las realidades diversas y plurales de las mujeres. Hemos trabajado para que la agenda feminista fuese internacional, abordando los problemas específicos en cada territorio, los fenómenos o procesos internacionales que están en su raíz: el heteropatriarcado, el capitalismo, el neocolonialismo y el racismo. Nuestros aprendizajes en estos años van en la línea de trabajar para reforzar los múltiples lazos que unen las diversas luchas feministas para convertirlas en acciones globales.

En especial en América Latina las mujeres han protagonizado las movilizaciones sociales en contra de las empresas extractivas destructoras de vida, han sido criminalizadas, represaliadas y han dado la vida por la defensa del territorio y los bienes comunes. Es importante la solidaridad, la defensa y protección de las mujeres defensoras que se enfrentan a esta realidad desde una situación de mayor vulnerabilidad. Se les criminaliza no sólo por su acción activista, sino también por el quebrantamiento del rol que tradicionalmente se le atribuye a las mujeres al participar en la esfera pública. Las defensoras son, por ello, no sólo víctimas de la violencia política por el ejercicio de su trabajo, sino también de actos de violencia machista, abuso sexual y feminicidio por el hecho de ser mujeres.

Las políticas extractivas y el incremento de los megaproyectos en la región, el cierre de espacios democráticos y el aumento de la militarización son sólo algunos de los factores que han generado el aumento, en los últimos años, de la violencia ejercida contra las defensoras de derechos humanos en América Latina. Tal como decía Berta Caceres, activista feminista, ambientalista, lideresa de pueblos originarios de Honduras, cofundadora del COPIHN antes de ser asesinada el 2 de marzo de 2016, “no es fácil ser mujer dirigiendo procesos de resistencias indígenas. En una sociedad increíblemente patriarcal las mujeres estamos muy expuestas, tenemos que enfrentar circunstancias de mucho riesgo, campañas machistas y misóginas”.

La feminización de la pobreza debida a un acceso sexuado a los recursos sociales y a la posición que las mujeres ocupan dentro del hogar. Hasta ahora la pobreza femenina, se había invisibilizado en los estudios sobre pobreza, que han tomado siempre como unidad de análisis el grupo familiar, lo que ha contribuido a mantener esta realidad oculta y diluida en la estructura familiar. Desde el movimiento feminista se empieza a nombrar, a investigar, a analizar, y lo que es más importante a luchar contra ella.

El conocimiento cercano de la inmigración, de las mujeres y los trabajos “de cuidado” que en los países de acogida están realizando, nos ha puesto sobre el tapete la situación de negación de derechos que tienen las mujeres migradas y la prioridad de esta lucha y de esta reivindicación. Hemos podido analizar cómo la globalización del cuidado se asoma como un nuevo fenómeno, del que se aprovecha el modelo neoliberal para perpetuarse a costa de las mujeres.

Seguiremos compartiendo deseos, sueños y acciones cotidianas con todas estas mujeres, de las que aprendemos cada día, como aportación de un proceso de apoyo mutuo para la construcción de una inteligencia colectiva común, local, global y antipatriarcal.

(1) Entrevista en la revista La Directa nº 380
(2) Dossier nº 92 «Visibilizando lo invisible». Economistas sin fronteres (2018)

Nuestro compromiso desde las Organizaciones territoriales de Entrepueblos

Joana M. Perelló – Activista de la OT EPMallorca y vocal de la Junta Directiva

Siempre me he considerado una persona activa, comprometida y vinculada de una manera u otra con el mundo del voluntariado con la idea, muy personal claro está, de hacer las cosas pensando no sólo en mí misma, sino en los demás y en el mundo en que vivimos. Y en este compromiso siempre he tenido tendencia a inclinarme por los más jóvenes y por los más vulnerables, tanto desde mi activismo como desde mi profesión.

En mi caso, ser voluntaria y activista ha acontecido una opción de vida incluso antes de que yo misma fuera realmente consciente de ello. Tomando las palabras de J.Mújica, «abrazarme a la vida, abrazarme a una causa», forma parte de mi «mantra» personal que me reafirma día a día en mis convicciones y con mi manera de hacer y estar en este mundo. Porque si no es así… ¿qué hacemos aquí?

Entiendo que vivir, más allá de cubrir mis necesidades básicas, implica cuestionarme mi manera de estar aquí en perjuicio de otras personas y territorios, ser crítica con lo que pasa a mi alrededor, identificar y señalar las causas y los responsables que provocan las injusticias y denunciarlo. Es aprender de los pueblos originarios su extraordinaria capacidad de vivir en armonía con la Madre Tierra respetándola, cuidándola y buscando el bien común, es construir desde lo colectivo para generar redes de apoyo mutuo… y es intentar buscar por encima de todo la coherencia personal para llevar un estilo de vida lo más acorde posible con unas opciones de consumo éticas y responsables, tropezando de vez en cuando con contradicciones que hay que aceptar y superar para seguir avanzando.

Y fue en este deambular cuando nos encontramos allá por el año 2000 en Mallorca un grupo de jóvenes que veníamos de caminos distintos pero que compartíamos las mismas inquietudes de querer vivir de manera comprometida por un mundo más justo y que teníamos un nexo en común, una persona que nos unió y que fue un gran maestro para todos nosotros, José Manuel. Él, recién llegado de Brasil después de muchos años conviviendo con los más desfavorecidos y acompañando movimientos como el MST, con su carisma y entusiasmo y con su gran espíritu crítico, nos confrontaba con la realidad haciéndonos cuestionar siempre las cosas para no quedarnos meramente como observadores, y nos hablaba de aquellas personas que allá hacían parte de la «tribu de hombres y mujeres que desde lo cotidiano, trabajan para humanizar la vida y para cuidarla, protegerla, defenderla y promoverla donde sea más necesario…», personas que hacen parte de la comunidad de Pere Casaldàliga.

Nosotros queríamos buscar nuestra propia tribu aquí y la encontramos en Entrepobles. La carta de presentación fue Mª Gabriela Serra, quien entonces era la coordinadora de la organización, y que nos transmitió con su empuje y energía el mensaje de compromiso que se escondía detrás de esta asociación. Nos convenció esta manera de entender la solidaridad internacional desde la cooperación entendida como estrategia de trabajo y de apoyo mutuo entre personas, organizaciones y movimientos sociales, con una responsabilidad social y de restitución. Y además, con el valor añadido que desde cada uno de los territorios cada OT tenía autonomía propia para canalizar la participación. Así pues, nos pareció el espacio idóneo para continuar caminando juntos y en el 2001 nos constituimos como organización territorial de EP en Mallorca.

En nuestra primera etapa priorizamos constituirnos formalmente, cohesionarnos como grupo y sobre todo formarnos, siempre respetando el ritmo y la implicación que cada cual podía aportar. A la vez, también teníamos ganas de conocer desde más adentro las entrañas de EP: cómo trabajábamos al otro lado, con quién, cómo nos veían… Y así, el verano del 2003, tuvimos la oportunidad de viajar a Cuba a conocer de cerca algunos de los proyectos que acompañábamos en relación a educación, agricultura y sanidad. Fue una experiencia muy enriquecedora, tanto como grupo como por lo que supuso comprobar de primera mano como EP entendía la solidaridad y la cooperación, promoviendo modelos de desarrollo que partían de las necesidades y capacidades locales, siempre acompañando desde la horizontalidad y con el apoyo mutuo. Progresivamente nos adentramos más en la organización, participando de las asambleas anuales, conociendo a compañeros y compañeras de otros territorios, pidiéndoles qué hacían, cómo se organizaban… empezando a establecer lazos de amistad y complicidad.

También el hecho de presentar proyectos de cooperación a nuestras administraciones públicas, ha sido una manera de ir conociendo nuestras contrapartes en Guatemala, Nicaragua, Ecuador, Brasil, Perú… haciendo el seguimiento y asumiendo un papel activo. Y en estos últimos años, formar parte de las comisiones de trabajo de nuestro plan estratégico, participar de los encuentros anuales con las diferentes OTs y de las escuelas de verano… completan este camino. Camino que fue sacudido de manera repentina en el 2006 con la pérdida de nuestro compañero y amigo José Manuel. El grupo se resintió mucho pero teníamos claro que debíamos continuar con el legado que él nos dejaba y que hasta el último día nos animó a seguir.

Y así llegamos donde estamos ahora, donde tenemos un papel más activo formando parte de la junta directiva, espacio donde verdaderamente te das cuenta del qué, cómo y por qué de nuestra organización. Participar de las juntas es toda una escuela de aprendizaje donde se mezclan las generaciones, se aportan experiencias vividas y nuevas ideas, y todo combinado acontece un trabajo en equipo y compartido con los voluntarios más activos de los diferentes territorios, los cooperantes y el equipo de la oficina técnica.

Personalmente, después de haber vivido experiencias como la de Cuba, la de Brasil conociendo las gentes de los campamentos y asentamientos del MST en la zona de la periferia de Sao Paulo, el voluntariado de un año en Perú acompañando a comunidades afectadas por las actividades extractivas defendiendo su derecho a decidir sobre sus territorios como pueblos originarios y el empujón de estas mujeres batallando a primera fila para luchar por sus derechos, y más recientemente la vivencia de haber participado en la Caravana Abriendo Fronteras a Melilla para denunciar la vulneración de los DDHH de las personas en movimiento en Europa… me reafirman en el mantenimiento que la lucha y la defensa por nuestros derechos humanos y sociales no la podemos hacer solas, sino desde la mirada global y la acción local.

Por eso desde EP entendemos que para la verdadera sensibilización y para hacer incidencia social y política para transformar las causas que generan las injusticias, hay que trabajar desde redes locales, nacionales e internacionales. Y concretamente en Mallorca, esto lo hemos hecho siempre vinculadas con otras colectivos de nuestro territorio con los cuales compartimos objetivos comunes, como por ejemplo en el Foro Social de Mallorca y la Asamblea de Movimientos Sociales, en la Plataforma contra los Tratados de Comercio e Inversión, con la Red por la Soberanía Energética, con MBM para parar las prospecciones en nuestro mediterráneo… A la vez también damos apoyo colaborando en campañas relacionadas con la defensa del territorio frente al turismo entendido ya como otra «actividad extractiva» de este mundo occidental.

Y llegadas aquí, en el 30 aniversario de EP, casi diecisiete años después de habernos constituido en Mallorca, el grupo se ha mantenido y seguimos, cuidándonos unas a las otras, y manteniendo la firmeza del compromiso de seguir trabajando para transformar y denunciar este capitalismo depredador, resistiendo e impulsando un mundo en condiciones de justicia para todas. Tenemos claro que EP es el lugar, es el espacio desde donde podemos levantar la voz y visibilizar todas estas causas y luchas… Es donde queremos estar y seguir estando durante muchos años más…

De movimiento de solidaridad a Entrepueblos

Núria Roig a El Salvador, 1992

La única ventaja que tiene hacerlo con tantos años de distancia es recordarlo con el pensamiento y las expresiones que usábamos entonces; eso sí, estoy escribiendo con ordenador y en aquel entonces, cuando EP empezaba a caminar, tecleaba con una máquina de escribir. Dicho esto, os haré cuatro pinceladas de dos temas: uno, de dónde venimos y por qué creamos una ONG y dos, las raíces de EP, humanas, organizativas y filosóficas.

Veníamos de los comités de solidaridad y de las coordinadoras locales y estatales. Desde la Revolución Popular Sandinista del 1979 y durante los años 80, principalmente, se crearon comités de solidaridad sobre todo con Nicaragua y, no tan numerosos, con los movimientos de liberación de El Salvador y Guatemala. Se formaron muchísimos, en barrios, centros de trabajo y sindicatos, pueblos pequeños y grandes; y se tejió una red impresionante que invitaba a la coordinación y las campañas conjuntas. Eran pueblos amigos luchando por un mundo mejor, y nosotros queríamos estar a su lado, e incluso, bastante gente trabajamos allí: un año, dos, tres, o en brigadas internacionales de verano. Conocíamos el territorio, los paisajes, a mucha gente; nosotros íbamos y muchas personas de allá vinieron también.

Entendíamos la solidaridad internacional como la causa común, la amistad y el hermanamiento entre pueblos que luchan por la libertad, como el apoyo mutuo a las luchas por la liberación popular, como el acompañamiento a los movimientos revolucionarios, sobre todo de América Latina.

Recuerdo el local de la coordinadora catalana, austero y humilde, siempre llenísimo de gente y de humo. Recuerdo el local de la coordinadora estatal donde durando unos años nos encontramos casi cada mes gente de todas partes. Recuerdo las campañas «100 millones para Nicaragua!» y «Nicaragua tiene que sobrevivir», el concierto «Nicaragua Rock» que llenó el Palau Sant Jordi de Barcelona, las paradas para informar y vender chapas o libros, las manifestaciones contra el imperialismo, las jornadas, los debates, el envío de brigadistas, la financiación de pequeños proyectos, las idas a la radio, los escritos en revistas… Queríamos con todo ello contribuir a romper el injusto orden económico internacional, el intercambio desigual, queríamos cambiar el mundo.

A medida que pasaban los años, otras instituciones se fueron añadiendo: por un lado, ayuntamientos que se juntaban con pueblos o ciudades –sobre todo niques–, y de otra, se formaban nuevas ONG en el momento en que en Nicaragua se creaba el Ministerio de Cooperación Externa para poner orden y dar prioridades a todos los proyectos que se financiaban con aportaciones solidarias; a la vez también aquí muchas administraciones públicas comenzaban a destinar recursos económicos para las ONG. Los comités de solidaridad no quisimos ser ajenos a esta nueva situación y decidimos hablar. Se creó una comisión en Catalunya para estudiar el tema, documentos arriba y abajo, discusiones en pequeños comités y en las coordinadoras: qué había pasado con los proyectos de la solidaridad, cómo podíamos acceder a más recursos y hacer un mejor seguimiento de los proyectos en marcha, cómo podíamos reforzar los dos ejes de trabajo: cooperación y sensibilización, contrainformación y denuncia.

Finalmente, la coordinadora estatal de solidaridad con Nicaragua, en noviembre de 1987, dio el visto bueno para crear una ONG solidaria. Las coordinadoras locales aportaron el dinero inicial para empezar la singladura y se decidió que una persona trabajara: era una responsabilidad enorme para mí. Los últimos meses del 87 ya habíamos encontrado un nombre –que reflejaba lo que queríamos ser– y redactado unos estatutos, que en diciembre del 87 entraron al registro de asociaciones.

Enero de 1988, Entrepueblos tenía una página en blanco para llenar, todo era nuevo y se tenían que empezar los fundamentos. No empezamos con proyectos, de ninguna forma, empezamos creando la entidad, la base organizativa. Buscamos personas para formar la Junta directiva –provenientes de la solidaridad y nuevas–, queríamos algunas de conocidas que nos abrieran puertas; J. M. Valverde aceptó la presidencia. La primera Junta era entusiasta y trabajadora. Nos reunimos a menudo. Impulsamos la creación de las comisiones de apoyo en todo el territorio: trenes arriba y abajo para hablar con la gente, para animar. Buscamos socias y socios fundadores por debajo las piedras; pensamos un logotipo que nos representase; redactamos los primeros trípticos para darnos a conocer, buscamos un pequeño local de referencia. Al cabo de unos meses empezamos a hacer las presentaciones públicas, la primera y colectiva en Madrid, en julio del 88 en un bar conocido. Todavía estaban con nosotros algunos compañeros que nos dejaron demasiado pronto: Anna Ros, del País Valenciano; Pepo Montserrat, de Aragón; Diamantino García, de Sierra Sur (Sevilla) y Fernando Salas, de Madrid. Más trenes arriba y abajo: Sevilla, Valladolid, Redondela, Murcia, Albacete, Granada, Burgos y un largo etcétera, para crear las comisiones territoriales, para hacer presentaciones y, más adelante, para participar en mesas redondas y jornadas.

En segundo lugar profundizamos en el tema, qué es la cooperación solidaria, qué es la cooperación y la educación para el desarrollo. Teníamos que encontrar un discurso y un pensamiento propio. Leemos, nos reunimos con otros ONG y empezamos a viajar a Centroamérica. Como solidaridad conocíamos bastante los movimientos sociales de aquellos pueblos, colmo a ONG principiante en aquellos años, tuvimos que reconocer y conocer las ONG que serían nuestras contrapartes. Justo es decir que, no tanto en Nicaragua, pero sí en El Salvador y Guatemala, las ONG locales se constituyen al mismo momento que nosotros, allá también entendieron que una entidad constituida como organización no gubernamental tendría más posibilidades de canalizar recursos económicos.

En el primer viaje en Centroamérica el julio del 88 tuvimos la ocasión de reunirnos, por primera vez, con el Comité Nicaragüense de Solidaridad con los Pueblos (Patricia Elvir); con el Ministerio de Cooperación Externa (Lesbia Morales); con el Instituto de la Mujer; con la Oficina de Promoción y Desarrollo de la Costa Atlántica o con el Instituto de Reforma Agraria, la INRA; y también conocemos, entre otros, REDES, en El Salvador o la Iglesia de Guatemala en el Exilio. Curiosamente con estos últimos desarrollamos nuestro primer proyecto importante y enviamos las primeras cooperantes, médicas, a los campamentos de refugiados guatemaltecos en Quintana Roo, México, para formar promotores y promotoras de salud.

Y pensamos y escribimos mucho, muchísimo: documentos de debate, para las juntas, para las asambleas, para los boletines, para los trípticos y para las comparecencias públicas. Hablamos de comprender la situación política de los países donde trabajamos; hablamos que los proyectos impulsen la participación popular; hablamos de basarnos en unas relaciones entre iguales; hablamos de autoevaluarnos e ir mejorando progresivamente; hablamos de velar por nuestra autonomía y no permitir condicionantes de los portadores de recursos; hablamos de las tareas centralizadas y de las que no lo serían; hablamos de las clases populares, de las mujeres… y la lista sigue.

Enero de 1992, cuatro años después de poner la primera piedra, EP tenía casi un millar de socios y socias, unas comisiones de apoyo fuertes en todo el territorio peninsular, algunos proyectos en marcha, proyección pública y la mejor sustituta, Gabriela Serra, que hacía pocos meses que había vuelto de Guatemala y que no dudó en aceptar el reto. Y no olvidemos, está claro, Helena Porteros. Un abrazo a todo el mundo y mis felicitaciones por el trabajo hecho.

Y ahí seguimos, con el tozudo empeño de ‘no claudicar’

Gabriela Serra en Guatemala, 1992

Tres décadas ya, desde que un puñado de gentes solidarias, agrupadas en la Coordinadora de Solidaridad con Centroamérica decidiéramos incursionar oficialmente en ámbito de «la cooperación al desarrollo». Y digo, con premeditación, «incursionar oficialmente » porque mucho antes de que las ONGDs irrumpieran en el escenario de la sociedad civil organizada, en tanto que las entidades especializadas en la cooperación al desarrollo ya, un sinfín de comités de solidaridad, venían acompañando a gentes y pueblos del llamado Sur: valientes gentíos alzados, con iniciativa, que ya andaban protestando y reclamando su derecho a una vida digna, pero sobre todo gentes y pueblos empeñados en la consecución de otros derechos más complejos, más transcendentales: el derecho a la libertad, a la justicia, a la soberanía….

Y de ahí que en nuestro breve pero preciso y conciso documento fundacional dijéramos: La necesidad de la solidaridad y la cooperación internacional va más allá de ser un gesto generoso y altruista por parte nuestra: ha de ser y es una obligación. La ética solidaria se convierte en una forma de situarnos ante el mundo con estricta justicia, de reivindicar que todos los derechos que pensamos son buenos para nosotros también los son para los demás, y la cooperación es una forma de retornar al Sur todo aquello que previamente se les ha robado o negado y además acompañarlos en su camino hacia la independencia y la mejora de vida. Y ello depende en buena parte no sólo de la capacidad de actuar a través de nuestras organizaciones, sino también de la capacidad de incidir que tengamos, de presionar efectivamente a las instancias gubernamentales para que establezcan relaciones políticas i acuerdos económicos en la línea de romper el injusto sistema de intercambios desiguales. Eran los tiempos en los que hablamos de Sur y Norte. Poco tiempo después descubriríamos que no hay norte sin sur y que cada sur tiene su norte…. que no hay pueblos pobres sino empobrecidos, que no hay pueblos ricos sino enriquecidos

Por ello y pese a lo que se podría creer nuestros inicios fueron no sólo fáciles y alentadores, sino además llenos de certezas que nos conducían sencillamente a acompañar el camino hacia la libertad que esos pueblos perseguían. Nuestro origen, la Coordinadora de los Comités de Solidaridad con Centroamérica, marcó una opción y un estilo de cooperar. Una opción basada en un fuerte compromiso internacionalista y en una clara opción antiimperialista. También marco la clara vocación centroamericana de Entrepueblos que centró sus esfuerzos en Nicaragua, El Salvador y Guatemala.

Nos propusimos dar voz a quien teniendo aportaciones que hacer tenía limitados sus espacios de divulgación. Intentamos no caer en la ignorancia de creer que sólo desde el «Norte» se elaboraba pensamiento y se aportaban alternativas. Porque fuimos constatando que quienes más padecen la exclusión integral cuentan con capacidad y logran hallar el tiempo para sus propias reflexiones. Por suerte esas gentes no andan dependiendo de las explicaciones, argumentos, análisis y propuestas políticas elaboradas por gentes del cínicamente llamado mundo desarrollado. Y aprendimos de ellas, aprendimos con ellas y nos tocó aprender también por ellas.

Aprendimos que las revoluciones populares ni siempre son victoriosas ni cuando lo son siempre logran mantener la victoria. Nicaragua y el sandinismo oficial nos partió el alma. Como descubrimos que hay acuerdos de paz que perpetuán la guerra entre empobrecidos y enriquecidos. El Salvador y Guatemala pusieron sobre la mesa la tremenda imposibilidad de ganarle el pulso al imperio, pero también evidenciaron el cinismo que envuelve el concepto paz y el concepto acuerdos. No hubo Acuerdos de Paz, sólo un desarme unilateral –las fuerzas armadas populares- y la imposición de una democradura auspiciada por los poderes económicos locales y internacionales.

Se imponía la globalización neoliberal. En menos de cinco años Centroamérica cambio: el sandinismo absolutamente quebrado, El Salvador y Guatemala dolorosamente pacificados. Ahí quedaron años de lucha, de esperanzas, de verdades como puños destruidas y de ilusiones como cielos desplomadas…

Pero también constatamos, algo que debíamos saber solo mirando nuestro propio pasado: que la tozudez del deseo de libertad y la terquedad en pro de la justicia es superior al miedo y a cualquier batería de terrores. Que los derechos de los pueblos ancestrales, los derechos de la tierra y a la tierra, la preservación de la madre tierra, la igualdad de derechos entre hombre y mujer, la opción por otros modelos de desarrollo, el derecho al mantenimiento de la vida, a la dignidad y al futuro…. siguen convocando gentes, siguen manteniendo el aliento para la lucha, siguen materializando la resistencia.

Ampliamos nuestra presencia en Centroamérica abrazando la lucha obstinada de sus pueblos indígenas contra el imperio del poder extractivista, como en Perú, Ecuador, Guatemala… pueblos alzados contra los macro proyectos energéticos en cualquiera de sus versiones, agrícola, mineral, eléctrica… destructores del futuro de sus comunidades, de sus gentes, de su futuro. Los «macro proyectos » hijos predilectos de los diversos y variados acuerdos comerciales de libre comerció entre los poderes neoliberales de los propios países y los amos de la economía mundial.

Y ahí seguimos cooperando, es decir, operando conjuntamente. Ya no solo para desbancar opresiones maquilladas de democracia sino también para desenmascarar a los nuevos agentes de la anticooperación, a los adalides del desarrollo. Para ejercer aquella compañía a la que nos abocaba la solidaridad haciéndonos transitar del indudable valor de la «generosidad de la ayuda» al rotundo termino de «obligatoriedad de la restitución». Pero ni mucho menos en la mera obligatoriedad de la restitución económica –que también- sino en nuestra complicidad para operar conjuntamente en el abordaje de las causas que provocan la pobreza, para cooperar en la lucha contra los instrumentos políticos y económicos de los que se sirve el sistema para imponerla.

En 30 años, ciertamente, han cambiado nombres, se han fusionado maldades, se han perfeccionado instrumentos de dominación… Pero también han surgido nuevos y potentes sujetos de transformación social acá y sobre todo allá: los pueblos indígenas, el campesinado alzado, las gentes disconformes y…. las mujeres!!! Esas defensoras de todos los derechos humanos habidos y por haber. Mujeres protagonistas y protagónicas, mujeres, mujeres, mujeres.

Van 30 años, ojalá no hubiera necesidad de seguir con la cooperación pueblo a pueblo. Las evidencias nos señalan que no estamos en esa tesitura. Así que seguiremos colaborando en este mientras tanto que conformamos todas las gentes que perseguimos un mundo donde igualdad, fraternidad, libertad y… feminismo, imperen por igual por doquier. Nacemos para ser felices, dice Pepe Múgica, orientémonos pues a construir la felicidad mundial.

 

Los retos de la educación entendida como educación emancipadora

Decíamos: “Hemos aprendido que esa acción educativa abarca ámbitos sociales diversos que llegan desde lo socio-familiar, la educación reglada y la no formal, así como la informal que proviene de los medios de comunicación y formas incontroladas (para las amplias mayorías) de socialización de ideología y normas de pertenencia a la comunidad”. Lo cierto es que una retroalimentación con esos ámbitos de socialización son tan necesarios como complejos, porque presupone una articulación social que, hoy por hoy, sólo puede ser alcanzada a pequeña escala, y con un fuerte apoyo social . Por tanto, “el reto supone establecer alianzas entre la acción educativa y los movimientos sociales alternativos en una estrategia que debe hacer posible una socialización crítica que vincule cultura, organización en red, resistencia y cambio social”.

Decíamos:”La perspectiva de una EpD, orientada a promover una ciudadanía crítica, generadora de una cultura de solidaridad comprometida, necesita una educación emancipadora que permita entender y transformar el modelo de globalización hegemónica, construyendo otra, alternativa…”, Ideas-fuerza que nos han guiado son la sostenibilidad de la vida, los feminismos, la soberanía alimentaria y la soberanía sobre nuestras identidades y cuerpos, la defensa del territorio y de los bienes comunes, la protección y apoyo a las y los defensores, la memoria histórica, la defensa de los derechos de las personas inmigrantes, de las personas refugiadas, crítica al modelo de desarrollo extractivista y depredador, la defensa de los derechos sociales y contra la pobreza y la exclusión social. Todo ello es parte del día a día de la acción concienciadora en Entrepueblos.

Decíamos: “El enfoque emancipador supone que la acción sociopolítica es educativa, si quiere merecer realmente el nombre de transformadora, estableciendo una conexión entre conocimiento crítico y educación. El fundamento de la acción pedagógica es, por tanto, moral e ideológico”. Como consecuencia de esa complejidad, y desde esa perspectiva, los retos también son complejos. Desde la necesidad de la construcción de redes y plataformas de acción global de sensibilización y de una educación concientizadora”. Hemos participado en las campañas contra los tratados de libre comercio y contra la impunidad de las transnacionales, apoyando la idea de ciudadanía global y mejorando en una coordinación más eficaz y contundente a nivel global.

Decíamos: “Igualmente, esta preocupación debe estar presente en las prácticas de campañas realizadas desde las Coordinadoras de ONGDs,(…) y las políticas culturales desde los ayuntamientos y diputaciones, en las que están presentes o relacionadas las ONGDs”. Aunque el trabajo sea difícil la presencia y/o el contacto se sigue haciendo necesario, aunque debemos seguir evitando lastrar nuestro trabajo con líneas más o menos institucionalizadas de organismos o de otras organizaciones con su propia hoja de ruta.

Decíamos: “La EpD, debe trabajar procurando aportar a las reformas educativas progresistas, su especial sensibilidad pero evitar quedarse en la periferia del sistema educativo”. En un momento de previsible cambio educativo, es necesario vincularnos a los enfoques más renovadores y críticos, tanto desde la perspectiva de la Educación como servicio público al servicio de los intereses populares, como contrarrestar los enfoque tecnocráticos del curriculum y las prácticas escolares.

Decíamos: “Para todo ello, la incidencia política requiere altos niveles de conciencia, información y preparación. Esto implica invertir más esfuerzo no sólo en la cantidad, sino en la calidad (…) Ello supone logística, medios, responsables, coordinación estable, propiciar y participar en redes”. Aunque sometidos a los vaivenes de la política de cooperación y a la financiación incierta, esos recursos han ido progresando de forma expansiva, de manera que ya prácticamente no se concibe ninguna acción de Entrepueblos, sin tener en cuenta esa infraestructura.

Decíamos: “Este enfoque global y emancipador, tiene que asumir la tarea de reconocer los elementos de nuestro entorno que forman parte del dominio simbólico y cultural, del ocio, comunicación (e información) y consumo, y diseñar estrategias para una alfabetización audiovisual”. La evolución de publicaciones, exposiciones, audiovisuales, promoción de cine crítico, performances…han evolucionado de manera muy relevante y eficaz, no sólo como altavoces de otras voces no escuchadas, sino como herramientas de reflexión y aprendizaje.

La Corte Constitucional de Ecuador niega la acción extraordinaria de protección pedida por Chevron Corp.

Tras 25 años de lucha, el 11 de julio, la Corte Constitucional de Ecuador resuelve a favor de Ecuador, negando la acción extraordinaria de protección solicitada por la petrolera estadounidense Chevron. Alega que no existe vulneración de derechos constitucionales  y niega la acción extraordinaria de protección solicitada por la petrolera. Con esta resolución culminan todos los recursos disponibles en Ecuador dentro de este proceso judicial.

Chevron pretendía evitar la sentencia impuesta por las Cortes de Justicia de Ecuador y el pago de 9.500 millones de dólares por los daños causados en las provincias de Sucumbíos y Orellana, y así evadir su responsabilidad legal para la reparación de las zonas contaminadas.

Ahora la petrolera deberá cumplir su sentencia por la apelación presentada por Ecuador ante la Corte Suprema de Canadá, por los daños ambientales causados entre 1964 y 1990 en la selva ecuatoriana, causando la muerte de unas 800 personas, y afectando a la salud de más de 30.000 personas debido al contacto con el crudo.

Según Willian Lucitante, Coordinador Ejecutivo de la Unión de Afectados/as por Texaco (UDAPT), organización que ha llevado este caso frente a todas las cortes posibles, se están dando pasos firmes para que se haga justicia. Ahora Chevron no puede seguir engañando en otras jurisdicciones, deberá hacer efectiva la deuda por la obligación judicial y proceder a la reparación de más de 480 mil hectáreas de selva que hasta ahora albergan cientos de tóxicos regados por la petrolera.

Se trata, según Donald Moncayo, subcoordinador de la UDAPT, de una victoria por la defensa de la vida, posible gracias a la lucha de todas las personas y organizaciones contra las estructuras de impunidad de las empresas transnacionales que cometen crímenes ambientales y vulneran los derechos humanos allá donde operen.

Fuente: Unión de Afectados y Afectadas por las Operaciones Petroleras de Texaco – UDAPT http://texacotoxico.net/corte-constitucional-nego-la-accion-extraoridnaria-de-proteccion-pedida-por-chevron-corp/

 

Gira “13 colores de la resistencia hondureña”

Desde Entrepueblos/Entrepobles/Entrepobos/Herriarte acompañamos a la poetisa Melissa Cardoza y la cantautora Karla Lara en su gira 13 COLORES RESISTENCIA HONDUREÑA. Se trata de una propuesta artística-política de dos artistas feministas hondureñas que crean y reflexionan para sostener la esperanza de luchas emancipatorias en Honduras, en un momento crítico en el mundo, de agresión contra las mujeres, los pueblos originarios y los bienes comunes de la naturaleza.
Esta propuesta artística está basada en el libro 13 COLORES DE LA RESISTENCIA HONDUREÑA, que se presentará en las actividades de la gira. Escrito por Melissa Cardoza, es una recopilación de 13 historias de resistencia de mujeres hondureñas frente a la represión estatal, militar y paramilitar después del golpe de estado del 28 de julio de 2009. Las artistas denuncian cómo a partir del golpe se legitimó la corrupción, la militarización del país y la criminalización de las demandas ciudadanas.
El homenaje a Berta Cáceres es un llamado de justicia y resistencia.  Es un tributo de amor para la mujer, la amiga, la gran luchadora que vive en la memoria colectiva, por ello, tanto Cardoza como Karla Lara evocan y traen al escenario elementos que la recuerdan.

Consulta nuestra agenda

Des d’Entrepobles/Entrepueblos/Entrepobos/Herriarte acompanyem la poetessa Melissa Cardoza i la cantautora Karla Lara en la seva gira 13 COLORS RESISTÈNCIA hondurenya. Es tracta d’una proposta artística-política de dues artistes feministes hondurenyes que creen i reflexionen per sostenir l’esperança de lluites emancipadores a Hondures, en un moment crític al món, d’agressió contra les dones, els pobles originaris i els béns comuns de la natura.
Aquesta proposta artística està basada en el llibre 13 COLORS DE LA RESISTÈNCIA hondurenya, que es presentarà en les activitats de la gira. Escrit per Melissa Cardoza, és un recull de 13 històries de resistència de dones hondurenyes front la repressió estatal, militar i paramilitar després del cop d’estat del 28 de juliol de 2009. Les artistes denuncien com a partir del cop es va legitimar la corrupció, la militarització del país i la criminalització de les demandes ciutadanes.
L’homenatge a Berta Càceres és una crida de justícia i resistència. És un tribut d’amor per a la dona, l’amiga, la gran lluitadora que viu en la memòria col·lectiva, per això, tant Cardoza com Karla Lara evoquen i porten a l’escenari elements que la recorden.

Consulta la nostra agenda

27 mayo BARCELONA

Casal de Barri Prosperitat

Con Melissa Cardoza

 

2 junio MADRID

Traficante de sueños

Con Melissa Cardoza

 

5 junio VALLADOLID

Fundación Segundo y Santiago Montes

Con Melissa Cardoza y Karla Lara

 

8 junio ALACANT

Clan Cabaret

Con Melissa Cardoza y Karla Lara

 

14 junio SEVILLA

La Insumisa

Con Melissa Cardoza y Karla Lara

 

 

Más información en http://giradas.blogspot.com.es/

Ya puedes inscribirte en la XXX Asamblea de Entrepueblos

XXX Asamblea General de

ENTREPUEBLOS/ENTREPOBLES/ENTREPOBOS/HERRIARTE
BARCELONA 12 Y 13 DE MAYO 2018

ATENEU POPULAR 9 BARRIS C. Porlligat 11-15, 08042, Barcelona

Adjuntamos  una ficha de inscripción que podéis enviar por fax 93.268.49.13  o  por e-mail administracion@entrepueblos.org lo antes posible, indicando vuestros datos y el modo de inscripción.  

Cómo llegar

Para facilitar las tareas de organización y en la medida que sea posible,os agradeceríamos que una vez rellenada y enviada la ficha de inscripción, efectuéis un ingreso (según la opción escogida) a la cuenta de Entrepueblos:

Triodos Bank ES05-1491-0001-21-3000079938 (en este caso podéis enviar también el comprobante del ingreso).

Fecha límite de inscripción: 27 de abril de 2018

Saludos solidarios.

Junta  Entrepueblos-Entrepobles-Entrepobos-Herriarte

ORDEN DEL DÍA

(Fotos: Asamblea Sevilla 2017)

Sábado 12 de mayo

MAÑANA

APERTURA ASAMBLEA:

09.30 – Inscripciones y entrega de materiales

10.00 – Bienvenida

– Presentación Assamblea General y “Asamblea Entrepeques”

– Constitución de la Mesa de la Asamblea General.

ESPACIO DE MEMORIA “30 ANIVERSARIO”:

10.30 – Presentación de la Exposición “30 años de sueños, rebeldías y alternativas”

11.00 – “Compartimos nuestra memoria internacionalista para construir nuestro futuro” Teatralización a cargo del Colectivo de Mujeres de Matagalpa

– Canto coral, canciones comprometidas.

DESCANSO:

14.00 – COMIDA en el Bar del Ateneu Popular 9 Barris

15 00 – CAFÉ-MUSICALcon actuación de El Sobrino del Diablo

 

TARDE

ATENEU POPULAR 9 BARRIS (Fábrica de creación):

16.00 – ACTUACIÓN de Desastrosus Cirkus

17.15 – Presentación y Visita: Proyecto colectivo ATENEU POPULAR 9 BARRIS ubicado en un centro cultural público en el que la acción cultural y artística sirve como herramienta de transformación social. Gestionado con transparencia, autonomía e independencia. https://www.ateneu9b.net/

RESTITUCIÓN, SOLIDARIDAD, EMANCIPACIÓN, RESPETO, COOPERACIÓN:

18.00 – CONVERSATORIO: “Planeta Tierra 2018, defensa de la vida frente al capital”.

Cristina Carrasco Bengoa, economista chilena-catalana, fue profesora de Teoría Económica de la Universidad de Barcelona (UB), investigadora y divulgadora de la economía feminista. Forma parte del de Instituto Interuniversitario de las Mujeres y del Género de las Universidades Catalanas y de la Asociación Internacional para la Economía Feminista (IAFFE). Es una de las fundadoras de las Jornadas de Economía Crítica del Estado español y forma parte del seminario de economía feminista de Barcelona y de Ca la Dona.

 

.Gustavo Castro, fundador de la organización Otros Mundos de Chiapas, México. Es también miembro de la Red de Derechos Económicos Sociales y Culturales Internacional, del Movimiento Mesoamericano contra el Modelo Extractivo Minero (M4), del Movimiento Mexicano contra las Represas y en Defensa de los Ríos y de la Red Latinoamericana contra las Represas.

Mónica Vargas Collazos, boliviana-catalana, socióloga (Ginebra), con máster en Antropología Social (México) y doctora en Sostenibilidad Tecnológica y Humanismo (Barcelona) investigadora del Programa de Justicia Económica del Transnational Institute, portavoz de la “Campaña Global por la Sobiranía de los pueblos, desmantelar el poder de las transnacionales y poner fin a su impunidad” y socia colaboradora de Entrepueblos.

Raúl Zibechi, Periodista, escritor y activista uruguayo, analista de los movimientos sociales, en América Latina/Abya Yala. Editor del semanario Brecha. Columnista de La Jornada y docente e investigador sobre movimients sociales. Colabora en tareas de formación y difusión con movimientos urbanos argentinos, campesinos paraguayos, comunidades indígenas bolivianas, peruanas, mapuches i colombianas. Exiliado en Madrid durante los años 80, participó en la fundación de Entrepueblos.

 

NOCHE

DESCANSO:

21.00 CENA en el Bar del Ateneu Popular 9 Barris

CONCIERTO: Música y cambio social !!

22.30 Sílvia Tomás Trio http://silviatomas.net/

Canciones, letras que se posicionan, que son críticas …

23.45 Che Sudaka grupo argentino-colombiano-catalán

“ALMAS REBELDES-Primavera 2018” https://www.chesudaka.com/

01.15 Música

 

Domingo 14 de mayo

09.30 Asamblea Extraordinaria. Modificación de los estatutos.

10.00 COOPERACIÓN INTERNACIONAL EN LOS DIFERENTES PAÍSES.

Presentación a cargo de nuestra gente ecooperante.

12.00 Balance económico 2017. Presupuesto 2018.

Memoria de las actividades 2017

13.00 Conclusiones de la Asamblea Entrepeques”

13.15 Elección de la Junta

13.30 Clausura XXX Assemblea

CÖMO LLEGAR

Ateneu de 9 Barrismapa de ubicación y forma de llegar:

Metro: L4 Trinitat Nova (salida Aiguablava) – L3 Roquetes (salida 2 de la Ronda de Dalt), Autobuses 50, 51, 60, 76, 81 i N6

Albergue Residencia Martí Codolar: ubicación forma de llegar

Para ir del Albergue a al Ateneu de 9 Barris: Metro Línea 3 estación Montbau hasta Roquetes

XXX ASSEMBLEA GENERAL ENTREPOBLES-ENTREPUEBLOS-ENTREPOBOS-HERRIARTE

Barcelona, 12 i 13 de maig de 2018

ATENEU POPULAR 9 BARRIS C. Porlligat 11-15, 08042, Barcelona

Adjuntem  una  fitxa d’inscripció que podeu enviar per fax 93.268.49.13  o  per e-mail a administracio@entrepobles.org el més aviat possible, indicant les vostres dades i la forma d’inscripció.  

Com arribar

Per facilitar les tasques d’organització i en la mida que us sigui possible, us agrairíem  que, una cop emplenada i enviada la fitxa d’inscripció, feu l’ingrés (segons l’opció escollida de menjar i allotjaments) al compte d’Entrepobles:

Triodos Bank ES05-1491-0001-21-3000079938 (en aquest cas podeu enviar també el comprovant de l’ingrés).

Data límit d’inscripció: 27 d’abril de 2018

ORDRE DEL DIA

(Fotos: Assemblea Sevilla 2017)

Dissabte 12 de maig

MATÍ

APERTURA ASSEMBLEA:

09.30 – Inscripcions i lliurament de materials

10.00 – Benvinguda

– Presentació Assemblea General i “Assemblea Entrepeques”

– Constitució de la Taula de l’Assemblea General.

ESPAI DE MEMÒRIA “30 ANIVERSARI”:

10.30 – Presentació de l’Exposició “30 anys de somnis, rebel·lies i alternatives”

11.00 – “Compartim la nostra memòria internacionalista per construir el nostre futur” Teatralització a càrrec del Colectivo de Mujeres de Matagalpa 

– Cant coral, cançons compromeses.

DESCANS:

14.00 – DINAR al Bar de l’Ateneu Popular 9 Barris

15.00 – CAFÈ-MUSICAL amb actuació de El Sobrino del Diablo

 

TARDA

ATENEU POPULAR 9 BARRIS (Fàbrica de creació):

16.00 – ACTUACIÓ de Desastrosus Cirkus

17.15 – Presentació i Visita: Projecte col·lectiu ATENEU POPULAR 9 BARRIS ubicat en un centre cultural públic en el qual l’acció cultural i artística serveix com a eina de transformació social. Gestionat amb transparència, autonomia i independència. https://www.ateneu9b.net/

RESTITUCIÓ, SOLIDARITAT, EMANCIPACIÓ, RESPECTE, COOPERACIÓ:

18.00 – CONVERSATORI: “Planeta TERRA 2018, defensa de la vida front el capital”.

Cristina Carrasco Bengoa, economista xilena-catalana, va ser professora de Teoria Econòmica de la Universitat de Barcelona (UB), investigadora i divulgadora de l’economia feminista. És membre de l’Institut Interuniversitari de les Dones i del Gènere de les Universitats Catalanes i de l’Associació Internacional per a l’Economia Feminista (IAFFE). És una de les fundadores de les Jornades d’Economia Crítica de l’Estat espanyol i forma part del seminari d’economía feminista de Barcelona i de Ca la Dona..

Gustavo Castro, fundador de l’organització Otros Mundos de Chiapas, Mèxic. També és membre de la Xarva de Drets Econòmics Socials i Culturals Internacional; de la coordinació nacional de la Xarxa Mexicana d’Afectats por la Mineria, del Moviment Mesoamericà contra el Model Extractiu Miner (M4), del Moviment Mexicà contra las Represes i en Defensa dels Rius i de la Xarxa Llatinoamericana contra les Represes.

Mónica Vargas Collazos, boliviana-catalana, sociòloga (Ginebra), amb màster en Antropologia Social (Mèxic) i doctora en Sostenibilitat Tecnològica i Humanisme (Barcelona) investigadora del Programa de Justícia Econòmica de l’Institut Transnacional, portaveu de la “Campanya Global per la Sobirania dels pobles, desmantellar el poder de les transnacionals i posar fi a la seva impunitat” i sòcia col·laboradora d’Entrepobles.

Raúl Zibecchi, Periodista, escriptor i activista uruguaià, analista dels moviments socials, a Amèrica Llatina. Editor del seminari Brecha. Columnista de La Jornada i docent i investigador sobre moviments socials. Col·labora en tasques de formació i difusió amb moviments urbans argentins, camperols paraguaians, comunitats indígenes bolivianes, peruanes, mapuches i colombianes. Exiliat a Madrid durant els anys 80, participà en la fundació d’Entrepobles.

NIT

DESCANS:

21.00 SOPAR al Bar de l’Ateneu Popular 9 Barris

 

CONCERT: Música i canvi social !!

22.30 Sílvia Tomás Trio http://silviatomas.net/

Cançons, lletres que es posicionen, que són crítiques …

23.45 Che Sudaka grup argentí-colombià-català

“ALMAS REBELDES-Primavera 2018” https://www.chesudaka.com/

01.15 Música

 

Diumenge 14 de maig

09.30 Assemblea Extraordinària. Modificació dels estatuts.

10.00 COOPERACIÓ INTERNACIONAL EN ELS DIFERENTS PAÏSOS.

Presentació a càrrec de la nostra gent cooperant.

12.00 Balanç econòmic 2017. Pressupost 2018.

Memòria de les activitats 2017

13.00 Conclusions de l”Assemblea Entrepeques”

13.15 Elecció de la Junta

13.30 Cloenda XXX Assemblea

COM ARRIBAR

Ateneu de 9 Barrismapa d’ubicació I forma d’arribar:

Metro: L4 Trinitat Nova (sortida Aiguablava) – L3 Roquetes (sortida 2 de la Ronda de Dalt), Autobusos 50, 51, 60, 76, 81 i N6

Alberg Residència Martí Codolar: ubicació i forma d’arribar

Per anar de l’Alberg a l’Ateneu de 9 Barris: Metro Línea 3 estació Montbau fins Roquetes