Los retos de la educación entendida como educación emancipadora

Decíamos: “Hemos aprendido que esa acción educativa abarca ámbitos sociales diversos que llegan desde lo socio-familiar, la educación reglada y la no formal, así como la informal que proviene de los medios de comunicación y formas incontroladas (para las amplias mayorías) de socialización de ideología y normas de pertenencia a la comunidad”. Lo cierto es que una retroalimentación con esos ámbitos de socialización son tan necesarios como complejos, porque presupone una articulación social que, hoy por hoy, sólo puede ser alcanzada a pequeña escala, y con un fuerte apoyo social . Por tanto, “el reto supone establecer alianzas entre la acción educativa y los movimientos sociales alternativos en una estrategia que debe hacer posible una socialización crítica que vincule cultura, organización en red, resistencia y cambio social”.

Decíamos:”La perspectiva de una EpD, orientada a promover una ciudadanía crítica, generadora de una cultura de solidaridad comprometida, necesita una educación emancipadora que permita entender y transformar el modelo de globalización hegemónica, construyendo otra, alternativa…”, Ideas-fuerza que nos han guiado son la sostenibilidad de la vida, los feminismos, la soberanía alimentaria y la soberanía sobre nuestras identidades y cuerpos, la defensa del territorio y de los bienes comunes, la protección y apoyo a las y los defensores, la memoria histórica, la defensa de los derechos de las personas inmigrantes, de las personas refugiadas, crítica al modelo de desarrollo extractivista y depredador, la defensa de los derechos sociales y contra la pobreza y la exclusión social. Todo ello es parte del día a día de la acción concienciadora en Entrepueblos.

Decíamos: “El enfoque emancipador supone que la acción sociopolítica es educativa, si quiere merecer realmente el nombre de transformadora, estableciendo una conexión entre conocimiento crítico y educación. El fundamento de la acción pedagógica es, por tanto, moral e ideológico”. Como consecuencia de esa complejidad, y desde esa perspectiva, los retos también son complejos. Desde la necesidad de la construcción de redes y plataformas de acción global de sensibilización y de una educación concientizadora”. Hemos participado en las campañas contra los tratados de libre comercio y contra la impunidad de las transnacionales, apoyando la idea de ciudadanía global y mejorando en una coordinación más eficaz y contundente a nivel global.

Decíamos: “Igualmente, esta preocupación debe estar presente en las prácticas de campañas realizadas desde las Coordinadoras de ONGDs,(…) y las políticas culturales desde los ayuntamientos y diputaciones, en las que están presentes o relacionadas las ONGDs”. Aunque el trabajo sea difícil la presencia y/o el contacto se sigue haciendo necesario, aunque debemos seguir evitando lastrar nuestro trabajo con líneas más o menos institucionalizadas de organismos o de otras organizaciones con su propia hoja de ruta.

Decíamos: “La EpD, debe trabajar procurando aportar a las reformas educativas progresistas, su especial sensibilidad pero evitar quedarse en la periferia del sistema educativo”. En un momento de previsible cambio educativo, es necesario vincularnos a los enfoques más renovadores y críticos, tanto desde la perspectiva de la Educación como servicio público al servicio de los intereses populares, como contrarrestar los enfoque tecnocráticos del curriculum y las prácticas escolares.

Decíamos: “Para todo ello, la incidencia política requiere altos niveles de conciencia, información y preparación. Esto implica invertir más esfuerzo no sólo en la cantidad, sino en la calidad (…) Ello supone logística, medios, responsables, coordinación estable, propiciar y participar en redes”. Aunque sometidos a los vaivenes de la política de cooperación y a la financiación incierta, esos recursos han ido progresando de forma expansiva, de manera que ya prácticamente no se concibe ninguna acción de Entrepueblos, sin tener en cuenta esa infraestructura.

Decíamos: “Este enfoque global y emancipador, tiene que asumir la tarea de reconocer los elementos de nuestro entorno que forman parte del dominio simbólico y cultural, del ocio, comunicación (e información) y consumo, y diseñar estrategias para una alfabetización audiovisual”. La evolución de publicaciones, exposiciones, audiovisuales, promoción de cine crítico, performances…han evolucionado de manera muy relevante y eficaz, no sólo como altavoces de otras voces no escuchadas, sino como herramientas de reflexión y aprendizaje.