A 6 años del asesinato impune de Bety Cariño y Jyri Jaakkola

Fuente: Otros Mundos, Chiapas

Hoy 27 de abril del 2016 se cumplen 6 años del asesinato de Bety Cariño y Jyri Jaakkola cuando una caravana de ayuda humanitaria de la que formaban parte, fue emboscada por paramilitares en el paraje La Sabana, en la región triqui de San Juan Copala, Oaxaca. La emboscada en la que fueron asesinados Bety y Jyri, también hirió a periodistas y defensores de derechos humanos que asistían a llevar ayuda y a registrar lo que en San Juan Copala estaba sucediendo desde hacía 5 meses, un cerco paramilitar que tenía secuestrados en su propia comunidad a niños y niñas, hombres y mujeres adultos y ancianos promotores de un municipio autónomo.

La violencia contra lxs activistas que defienden la vida en México se ha ido incrementando en los últimos años, en un contexto de tragedia nacional que atenta contra la vida de la población que es despojada de su tierra, territorios, de sus formas y modos de vida.
 

Fuente: Otros Mundos, Chiapas

Hoy 27 de abril del 2016 se cumplen 6 años del asesinato de Bety Cariño y Jyri Jaakkola cuando una caravana de ayuda humanitaria de la que formaban parte, fue emboscada por paramilitares en el paraje La Sabana, en la región triqui de San Juan Copala, Oaxaca. La emboscada en la que fueron asesinados Bety y Jyri, también hirió a periodistas y defensores de derechos humanos que asistían a llevar ayuda y a registrar lo que en San Juan Copala estaba sucediendo desde hacía 5 meses, un cerco paramilitar que tenía secuestrados en su propia comunidad a niños y niñas, hombres y mujeres adultos y ancianos promotores de un municipio autónomo.

Hoy a seis años de dolor e impunidad seguimos señalando que el asesinato de nuestrxs compañerxs no es un hecho aislado, es parte de un sistema que en México asesina, encarcela, desaparece, amenaza y atenta contra la vida lxs defensorxs y sus pueblos. La violencia contra lxs activistas que defienden la vida en México se ha ido incrementando en los últimos años, en un contexto de tragedia nacional que atenta contra la vida de la población que es despojada de su tierra, territorios, de sus formas y modos de vida. Aquí son asesinadxs hombres y mujeres que protegen la vida de los migrantes en tránsito, mujeres que buscan a sus hijas e hijos desaparecidos y al señalar a los asesinos las vuelven blanco también de la violencia; jóvenes de barrios populares señaladxs como daños “colaterales de la guerra contra el narco”, mujeres y hombres que se oponen a los proyectos de muerte impuestos en sus territorios.

La agresión contra defensorxs de la vida ha sido perpetrada por grupos paramilitares, comandos armados, policías o militares; muchos viven bajo serias amenazas de muerte y acoso permanente para ellxs, sus familias y organizaciones. El asesinato de decenas de defensorxs de la vida, así como de miles de personas en este país está impune y los malos gobiernos encargados de impartir justicia, buscan mantenerlxs en el sótano del olvido, borrarlxs de la memoria de cada uno de nostrxs y de la memoria colectiva. Sin embargo la vida de nuestrxs compañerxs, así como su muerte nos recuerdan que no debemos claudicar en la lucha por la defensa de la vida, que es necesario no perder la esperanza en tiempos en el que el sistema capitalista patriarcal racista nos coloca en el lugar de lo desechable, por eso nos asesina y apuesta también por colocarnos en el olvido.

Por eso seguimos insistiendo en que no olvidamos a nuestrxs asesinadxs, seguimos señalando que reivindicar su vida de lucha y sus ideales es imprescindible y que no acabaron con ellxs pues siguen vivos sus ideales por los que hay que seguir luchando.

También queremos decir que NO creemos en su justicia, que esta es solo una máscara que construye una idea ilusoria de que la justicia puede ser posible en este sistema capitalista patriarcal de muerte, por ello apostamos a construir otras formas de justicia que cruzan por la reivindicación de la vida de lucha de nuestrxs compañerxs y la construcción de caminos en donde la apuesta por la vida es impostergable, como nos decía nuestra compañera Bety.

Este 30 de abril y 1 de mayo, lxs convocamos a reunirnos en Chila de las Flores, en la mixteca poblana, el pueblo de Bety Cariño Trujillo para celebrar la vida de nuestrxs asesinadxs, para reivindicar sus ideales y para gritar juntxs que no quedarán en el olvido, que su vida nos sigue acompañando y que no nos rendimos. A 6 años del asesinato de Bety y Jyri, retomamos las palabras de Bety y decimos que «mientras ellos apuestan por la muerte, nosotrxs seguimos apostando por la vida».