Seguimos tejiendo redes de feminismos internacionalistas

Montse Benito (Comisión de feminismos)

“Venimos de lejos, tenemos una larga historia feminista, y un recorrido de muchos 8 de marzo tomando la calle, la plaza, la palabra con el propósito de subvertir el orden del mundo y el discurso heteropatriarcal, racista y neoliberal.”(http://www.feministas.org/convocatorias-8-de-marzo-2018-dia.html)

Escribo estas líneas para publicar en este boletín de conmemoración del 30 aniversario de Entrepueblos-Entrepueblos-Entrepobos-Herriarte con la necesidad de transmitir una fuerte convicción que hemos mantenido desde nuestros inicios, la capacidad de transformación social de los movimientos feministas, movimientos feministas transgresosores con las relaciones de poder capitalista y heteropatriarcal en los diferentes países y culturas.

Unos movimientos feministas que a partir de la experiencia más colectiva vivida en este siglo XXI de “crisis global” han empezado a hablar desde otros ámbitos de la complejidad y desafíos de lo que podemos denominar “conflicto capital vida”. Nos identificamos mucho con Cristina Carrasco cuando afirma que “La economía feminista apuesta por la vida humana, y no por el beneficio capitalista”(1)

Estos “saberes y formes de hacer” feministas se han visibilizado de forma clara este pasado 8 de marzo cuando millones de mujeres en todo el mundo hemos tomado las calles convocadas por las organizaciones feministas compartiendo un grito colectivo, indignado, reivindicativo y a la vez esperanzado. Redes formales y más espontaneas han trabajado durante meses generando fuertes vínculos y viviendo con intensidad este proceso colectivo y global. Mi reconocimiento y agradecimiento a todas las mujeres que tuvieron la iniciativa política y la determinación para impulsar esta forma de protesta #huelgafeminista, empezando por el Colectivo “Ni una Menos” de Argentina, cuya chispa en la primera convocatoria de 2017, prendió la llama en más de 170 países un año después.

Esta #huelgafeminista como escribe Justa Montero (2) ha constituido “una protesta global, claramente política, cargada de emoción y razón (dos elementos imprescindibles para la revuelta feminista), respondiendo a un llamamiento que exigía un cambio y cuyo impacto político, social y mediático está por valorar en toda su dimensión”. Las reivindicaciones feministas del #8M en las que participamos ponían en el centro las condiciones de vida concretas de las mujeres, nos sentimos interpeladas, apeladas a expresar los malestares acumulados por las injusticias que atraviesan nuestras vidas y la forma como la sociedad las trata: nos asesinan y nos agreden sexualmente; nuestras vidas son precarias y están atravesadas de injusticias y desigualdad; nos hablan de una igualdad engañosa y de unos cambios que nunca llegan; no hay lugar donde el machismo no marque nuestra cotidianidad manifestándose de muy distintas formas.

En estos 30 años de existencia nuestro acercamiento a otros continentes nos ha permitido conocer más en profundidad las realidades diversas y plurales de las mujeres. Hemos trabajado para que la agenda feminista fuese internacional, abordando los problemas específicos en cada territorio, los fenómenos o procesos internacionales que están en su raíz: el heteropatriarcado, el capitalismo, el neocolonialismo y el racismo. Nuestros aprendizajes en estos años van en la línea de trabajar para reforzar los múltiples lazos que unen las diversas luchas feministas para convertirlas en acciones globales.

En especial en América Latina las mujeres han protagonizado las movilizaciones sociales en contra de las empresas extractivas destructoras de vida, han sido criminalizadas, represaliadas y han dado la vida por la defensa del territorio y los bienes comunes. Es importante la solidaridad, la defensa y protección de las mujeres defensoras que se enfrentan a esta realidad desde una situación de mayor vulnerabilidad. Se les criminaliza no sólo por su acción activista, sino también por el quebrantamiento del rol que tradicionalmente se le atribuye a las mujeres al participar en la esfera pública. Las defensoras son, por ello, no sólo víctimas de la violencia política por el ejercicio de su trabajo, sino también de actos de violencia machista, abuso sexual y feminicidio por el hecho de ser mujeres.

Las políticas extractivas y el incremento de los megaproyectos en la región, el cierre de espacios democráticos y el aumento de la militarización son sólo algunos de los factores que han generado el aumento, en los últimos años, de la violencia ejercida contra las defensoras de derechos humanos en América Latina. Tal como decía Berta Caceres, activista feminista, ambientalista, lideresa de pueblos originarios de Honduras, cofundadora del COPIHN antes de ser asesinada el 2 de marzo de 2016, “no es fácil ser mujer dirigiendo procesos de resistencias indígenas. En una sociedad increíblemente patriarcal las mujeres estamos muy expuestas, tenemos que enfrentar circunstancias de mucho riesgo, campañas machistas y misóginas”.

La feminización de la pobreza debida a un acceso sexuado a los recursos sociales y a la posición que las mujeres ocupan dentro del hogar. Hasta ahora la pobreza femenina, se había invisibilizado en los estudios sobre pobreza, que han tomado siempre como unidad de análisis el grupo familiar, lo que ha contribuido a mantener esta realidad oculta y diluida en la estructura familiar. Desde el movimiento feminista se empieza a nombrar, a investigar, a analizar, y lo que es más importante a luchar contra ella.

El conocimiento cercano de la inmigración, de las mujeres y los trabajos “de cuidado” que en los países de acogida están realizando, nos ha puesto sobre el tapete la situación de negación de derechos que tienen las mujeres migradas y la prioridad de esta lucha y de esta reivindicación. Hemos podido analizar cómo la globalización del cuidado se asoma como un nuevo fenómeno, del que se aprovecha el modelo neoliberal para perpetuarse a costa de las mujeres.

Seguiremos compartiendo deseos, sueños y acciones cotidianas con todas estas mujeres, de las que aprendemos cada día, como aportación de un proceso de apoyo mutuo para la construcción de una inteligencia colectiva común, local, global y antipatriarcal.

(1) Entrevista en la revista La Directa nº 380
(2) Dossier nº 92 «Visibilizando lo invisible». Economistas sin fronteres (2018)