Catalunya: Se gesta el embrión de una red ciudadana por un nuevo modelo energético

Alrededor de una veintena de colectivos y más de sesenta personas de todo el territorio catalán se encontraron el pasado sábado en una «Jornada por un cambio de modelo hacia la soberanía energética” con la intención de crear un espacio de confluencia y establecer sinergias que conduzcan hacia la formación de un frente político de transformación en el campo de la energía. El modelo energético actual se encuentra estrechamente vinculado al crecimiento del PIB y es dependiente de los combustibles fósiles. La energía está mercantilizada y deja de lado aspectos de equidad o de justicia social. El control del mercado está en manos de los poderes fácticos. Se ve como necesaria y urgente la transición hacia un modelo más democrático, más sostenible, viable en el futuro, más descentralizado y basado en una cultura del decrecimiento energético y adaptado al contexto y al territorio donde se desarrolla. Fuente: PAFME

llegir en català

Se gesta el embrión de una red ciudadana por un nuevo modelo energético
Lourdes Berdié

Alrededor de una veintena de colectivos y más de sesenta personas de todo el territorio catalán se encontraron el pasado sábado en una «Jornada por un cambio de modelo hacia la soberanía energética" con la intención de crear un espacio de confluencia y establecer sinergias que conduzcan hacia la formación de un frente político de transformación en el campo de la energía.

Las bases de la convocatoria

El modelo energético actual se encuentra estrechamente vinculado al crecimiento del PIB y es dependiente de los combustibles fósiles. La energía está mercantilizada y deja de lado aspectos de equidad o de justicia social. El control del mercado está en manos de los poderes fácticos. Desde el grupo de colectivos y personas reunido en el Centro Cívico Pati Llimona de Barcelona, ​​se ve como necesaria y urgente la transición hacia un modelo más democrático, más sostenible, viable en el futuro, más descentralizado y basado en una cultura del decrecimiento energético y adaptado al contexto y al territorio donde se desarrolla.

En un clima de trabajo, de buena convivencia e ilusión ante el reto, unas sesenta personas pusieron en marcha el pasado sábado el proceso de construcción colectiva de lo que quiere ser un agente político de cambio social en el marco energético. Durante la jornada, se revisó el estado de la cuestión y se sentaron las bases para iniciar el camino.

El estado de la cuestión. El fin de los combustibles fósiles

La época de los combustibles fósiles baratos y de fácil acceso ha llegado a su fin. El pico del petróleo, alcanzado en el año 2006, «es un hecho público, pero no publicitado», denuncia Jordi Solé del Oil Crash Observatory. La escasez de petróleo que se deriva conduce irreversiblemente hacia el colapso si no se empiezan a implementar desde ya medidas decididas de cambio de paradigma socioeconómico. El transporte, el suministro eléctrico y la industria petroquímica se ven directamente afectados, pero, indirectamente, toda actividad es dependiente de la disponibilidad de energía para llevarla a cabo y, por lo tanto, el déficit energético repercute sobre el sector agrícola e industrial, el turismo, la pesca, la potabilización del agua, la medicina, etc. señala Jordi Solé. Y en un tercer nivel, la escasez de "energía será responsable de contribuir como agente de primer orden en la desestabilización social y de los estados. Continuar en un modelo Bussiness as Usual (BAU, de las siglas en inglés: hacer negocios como siempre se han hecho) – donde prevalezca sólo el beneficio económico-nos precipitará hacia el colapso del sistema. Ante la perspectiva de un decrecimiento ineludible, es necesario un paso firme para que sea lo más planificado y lo menos traumático posible.

Acaparamiento energético y ecofascismo

La relación entre los lobbies energéticos y los actores políticos de cualquier color en España a través del sistema de puertas giratorias es un hecho conocido y nos indica el grado de democracia en que vivimos. Cinco grandes empresas controlan todo el sistema energético. He aquí la punta del iceberg. Pero, ¿qué se esconde bajo esta parte visible?

Según David Llistar, miembro del Observatorio de la Deuda en la Globalización y de la Plataforma Paremos el fracking, España forma parte de las economías dependientes, intensivas en energía y adictos a los fósiles. La mayor parte de la energía fósil que consumimos proviene de países como Argelia, Colombia, Nigeria, Rusia, etc. Una larga lista de países que, destaca Listar, estarían afectados por «la maldición de los países ricos en recursos naturales» y que los lleva a sufrir regímenes autoritarios y ser víctimas de un ecofascismo internacional, en el que algunos actores otorgan el derecho a acaparar los recursos naturales de sociedades que no los usan.

Este derecho se basa en el concepto de Seguridad Energética, o necesidad de asegurar el suministro, de garantizar los precios bajos y la seguridad jurídica de las compañías energéticas en su expansión transnacional. Un derecho que se puede ejercer en diversas formas: desde formas silenciosas, como las condicionalidades de organismos de crédito internacionales (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional) a formas más duras, como fue el caso de la guerra de "Irak.

«Si mantenemos el consumo actual y la petromentalidad»-concluye Listar-«será inevitable que se produzca una guerra metabólica y la implantación de la ecofascismo». Aunque este panorama puede parecer desolador, la segunda conclusión que debemos extraer de todo ello es que es necesaria y urgente la creación de un sujeto político que fuerce todo este camino hacia la transición energética.

En este sentido, desde el «Observatorio por la Autonomía y los Derechos de los pueblos indígenas de Colombia", José Aristizábal nos recuerda la experiencia de Ecuador, país que ha decidido no extraer los más de 856 millones de barriles de petróleo que se encuentran bajo la Reserva de la Biodiversidad Yasuní, un área de la Amazonia amenazada con la desaparición de su megabiodiversidad y que se ha declarado Patrimonio de la Humanidad.

La transición a energías renovables

La transición hacia las renovables es una de las asignaturas pendientes del modelo energético actual. Para realizar este cambio es necesario un período de transición apoyado sobre energías fósiles, como el gas natural. Para Xavier Cugat, ingeniero y consultor de renovables, urge dar el paso en esta dirección, antes que se produzca el correspondiente pico del gas natural y sea demasiado tarde. En las circunstancias puntuales más desfavorables de los dos últimos años, afirma Cugat, con dos centrales nucleares paradas y en situación de poco viento y de mínima disponibilidad de renovables, las centrales de ciclos combinados, basadas en gas natural, cubrieron el 67% del consumo energético. La media de utilización está en torno al 30%. Datos que indican que una gran potencia térmica puede ser desconectada, siendo posible hoy eliminar las centrales de carbón y las nucleares sin ningún problema-remarca Cugat.

Las renovables permiten además potenciar el autoconsumo y aplicar estrategias de balance neto que aumentarían la eficiencia al consumirse la mayor parte de la energía en el punto de producción. Estas estrategias están siendo olvidadas o, incluso, sancionadas por la administración.

Para José Vicente Barcia de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, el problema no es tanto el desarrollo de las renovables, que será inevitable, sino quién producirá, distribuirá y comercializará las renovables. «El poder corrompe», sentencia Barcia, pero «la falta de poder también puede corromper». Desde la plataforma, se reivindica la recuperación del control democrático sobre la gestión de los recursos energéticos y se nos invita a participar, eso sí, «habiendo venido llorados de casa», porque, dice, «es mejor la peor de las alternativas que la mejor de las resignaciones».

La creación en Cataluña de la cooperativa Som Energia, que genera y comercializa energía verde, apostando por pequeños proyectos de energías renovables, es otro de los vectores a considerar en el proceso de transición. Pep Prat subraya que se trata de "una cooperativa de transformación y participación basada en un sistema horizontal y asambleario, que busca la emancipación social y energética”.

El papel de los movimientos sociales

La Plataforma Paremos el fracking en Cataluña ha aprovechado la lucha contra el fracking para denunciar el modelo energético en que se sustenta y suscitar el debate sobre el cambio de modelo. Desde los movimientos sociales, "el acento está en la recuperación de valores como la solidaridad y el empoderamiento de una ciudadanía organizada, que reclama su espacio de participación a la hora de decidir para liberar la actual democracia, secuestrada por los poderes económicos, y construir una democracia más real "afirma Llorenç Planagumà (PAF). Resalta también el geólogo, el poder de la construcción de puentes entre expertos y la ciencia y los movimientos sociales, de cara a la elaboración de propuestas alternativas.

Pero y nosotros, la ciudadanía, ¿qué sabemos de lo que consumimos en casa? -Nos interpela Manuel Rivero- ¿Sabemos cuál es nuestra eficiencia energética? ¿Queremos renovables para continuar malgastando la energía? ¿Cuántos planetas necesitamos para mantener el consumo actual e incluso, siguiendo el modelo imperante, hacerlo crecer? Y sin embargo, cuántos planetas tenemos en realidad?

Colectivos participantes:

Alba Sud, Arquitectos por la sostenibilidad, Asociación de Naturalistas de Girona, Ateneo Naturalista de Girona, Paremos las prospecciones de la Costa Catalana, CMES (Colectivo para crear un nuevo modelo energético y social sostenible), Crash Oil Observatory, CST (Centro sostenibilidad Territorial), Ecologistas en Acción, Ingeniería Sin Fronteras, Entrepueblos, Greenpeace, Grupo Antinuclear de Comarcas de Girona, Grupo de Defensa del Medio Natural de la Segarra, Grupo de Defensa del Ter, IAEDEN (Institución Altoampurdanesa para la Defensa y Estudio de la Naturaleza), Observatorio de la Deuda en la Globalización, Plataforma Paremos el fracking, SCEA (Sociedad Catalana de Educación Ambiental), Som Energia, Unió de Pagesos

 

Es gesta l’embrió d’una xarxa ciutadana per un nou model energètic

Lourdes Berdié

Al voltant d’una vintena de col·lectius i més d’una seixantena de ciutadans i ciutadanes d’arreu del territori català es trobaren dissabte passat en una «Jornada per un canvi de model cap a la sobirania energètica» amb la intenció de crear un espai de confluència i establir sinèrgies que condueixin cap a la formació d’un front polític de transformació en el camp de l’energia.

Les bases de la convocatòria

El model energètic actual es troba estretament vinculat al creixement del PIB i és depenent dels combustibles fòssils. L’energia està mercantilitzada i deixa de banda aspectes d’equitat o de justícia social. El control del mercat està en mans dels poders fàctics. Des del grup de col·lectius i ciutadans reunits dissabte al Centre Cívic Pati Llimona de Barcelona, es veu com a necessària i urgent la transició cap a un model més democràtic, més sostenible, viable en el futur, més descentralitzat i basat en una cultura del decreixement energètic i adaptat al context i al territori on es desenvolupa.

En un clima de treball, de bona convivència i d’il·lusió davant el repte, una seixantena de persones van engegar dissabte passat el procés de construcció col·lectiva del que vol ser un agent polític de canvi social en el marc energètic. Durant la jornada, es va revisar l’estat de la qüestió i es van assentar les bases per encetar el camí.

L’estat de la qüestió. La fi dels combustibles fòssils

L’època dels combustibles fòssils barats i de fàcil accés ha arribat a la seva fi. El pic del petroli, assolit l’any 2006, «és un fet públic, però no publicitat» denuncia Jordi Solé del Oil Crash Observatory. L’escassetat de petroli que se’n deriva condueix irreversiblement cap el col·lapse si no es comencen a implementar des d’ara mateix mesures decidides de canvi de paradigma socioeconòmic. El transport, el subministrament elèctric i la indústria petroquímica es veuen directament afectats, però, indirectament, tota activitat és depenent de la disponibilitat d’energia per dur-la a terme i, per tant, el dèficit energètic repercuteix sobre el sector agrícola i industrial, el turisme, la pesca, la potabilització de l’aigua, la medicina, etc. assenyala Jordi Solé. I en un tercer nivell, l’escassetat d”energia serà responsable de contribuir com a agent de primer ordre en la desestabilització social i  dels estats. Continuar en un model Bussiness as Usual (BAU, de les sigles en anglès: fer negocis com sempre s’han fet)- a on prevalgui només el benefici econòmic- ens precipitarà cap el col·lapse del sistema. Davant la perspectiva d’un decreixement ineludible, cal fer un pas ferm perquè sigui el més planificat i el menys traumàtic possible.

Acaparament energètic i ecofeixisme

La relació entre els lobbies energètics i els actors polítics de qualsevol color a l’estat espanyol a través del sistema de portes giratòries és un fet conegut i ens indica el grau de democràcia en que vivim. Cinc grans empreses controlen tot el sistema energètic. Vet aquí la punta de l’iceberg. Però, què s’amaga sota aquesta part visible?

Segons David Llistar, membre de l’Observatori del Deute en la Globalització i de la Plataforma Aturem el Fracking, l’Estat espanyol forma part de les economies dependents, intensives en energia i addictes als fòssils. La major part de l’energia fòssil que consumim prové de països com Algèria, Colòmbia, Nigèria, Rússia, etc. Una llarga llista de països que, destaca Llistar, estarien afectats per «la maledicció dels països rics en recursos naturals» i que els aboca a patir règims autoritaris i ser víctimes d’un ecofeixisme internacional, en què alguns actors s’atorguen el dret a acaparar els recursos naturals de societats que no els fan servir.

Aquest dret es basa en el concepte de Seguretat Energètica, o necessitat d’assegurar el subministrament, de garantir els preus baixos i la seguretat jurídica de les companyies energètiques en llur expansió transnacional. Un dret que es pot exercir en diverses formes: des de formes silencioses, com ara les condicionalitats d’organismes de crèdit internacionals (Banc Mundial, Fons Monetari Internacional) a formes més dures, com fou el cas de la guerra d”Irak.

«Si mantenim el consum actual i la petromentalitat» -conclou Llistar- «serà inevitable que es produeixi una guerra metabòlica i la implantació de l’ecofexisme». Tot i que aquest panorama pot semblar desolador, la segona conclusió que hem d’extreure de tot plegat és que és necessària i urgent la creació d’un subjecte polític que forci arreu aquest camí cap a la transició energètica.

En aquest sentit, des del «Observatorio por la Autonomía y los derechos de los pueblos indígenas de Colombia», José Aristizábal ens recorda l’experiència d’Equador, país que ha decidit no extreure els més de 856 milions de barrils de petroli que es troben sota la Reserva de la Biodiversitat Yasuní, una àrea de l’Amazonia amenaçada amb la desaparició de la seva megabiodiversitat i que s’ha declarat Patrimoni de la Humanitat.

La transició a energies renovables

La transició cap a les renovables és una de les assignatures pendents del model energètic actual. Per realitzar aquest canvi cal un període de transició recolzat sobre energies fòssils, com ara el gas natural. Per a Xavier Cugat, enginyer i consultor de renovables, urgeix donar el pas en aquesta direcció, abans no es produeixi el corresponent pic del gas natural i sigui massa tard. En les circumstàncies puntuals més desfavorables dels dos darrers anys, afirma Cugat, amb dues centrals nuclears aturades i en situació de poc vent i de mínima disponibilitat de renovables, les centrals de cicles combinats, basades en gas natural, van cobrir el 67% del consum energètic. La mitjana d’utilització està al voltant del 30%. Dades que indiquen que una gran potencia tèrmica pot ser desconnectada, essent possible avui eliminar les centrals de carbó i les nuclears sense cap problema -remarca Cugat.

Les renovables permeten a més potenciar l’autoconsum i aplicar estratègies de balanç net que augmentarien l’eficiència al consumir-se la major part de l’energia en el punt de producció. Aquestes estratègies estan sent oblidades o, fins i tot, sancionades per l’administració.

Per José Vicente Barcia de la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético, el problema no és tant el desenvolupament de les renovables, que serà inevitable, sinó qui produirà, distribuirà i comercialitzarà les renovables. «El poder corromp», sentencia Barcia, però «la manca de poder també pot corrompre». Des de la plataforma, es reivindica la recuperació del control democràtic sobre la gestió dels recursos energètics i se’ns convida a participar, això sí, «havent vingut plorats de casa», perquè, diu, «és millor la pitjor de les alternatives que la millor de les resignacions».

La creació a Catalunya de la cooperativa Som Energia, que genera i comercialitza energia verda, apostant per petits projectes d’energies renovables, és un altre dels vectors a considerar en el procés de transició. Pep Prat subratlla que es tracta d”una cooperativa de transformació i participació basada en un sistema horitzontal i assembleari, que busca l’emancipació social i energètica.

El paper dels moviments socials

La Plataforma Aturem el Fracking a Catalunya ha aprofitat la lluita contra el fracking per denunciar el model energètic en que es sustenta i suscitar el debat sobre el canvi de model. Des dels moviments socials, “l’accent està en la recuperació de valors com la solidaritat i l’empoderament d’una ciutadania organitzada, que reclama el seu espai de participació a l’hora de decidir per alliberar l’actual democràcia, segrestada pels poders econòmics, i construir una democràcia més real” afirma Llorenç Planagumà (PAF). Ressalta també el geòleg, el poder de la construcció de ponts entre el experts i la ciència i els moviments socials, de cara a l’elaboració de propostes alternatives.

Però i nosaltres, la ciutadania, què en sabem del que consumim a casa? -ens interpel·la Manel Rivero- Sabem quina és la nostra eficiència energètica? Volem renovables per continuar malbaratant  l’energia? Quants planetes necessitem per mantenir el consum actual i fins i tot, seguint el model imperant, fer-lo créixer? I tanmateix, quants planetes tenim en realitat?

 

Col·lectius participants:

Alba Sud, Arquitectes per la sostenibilitat, Associació de Naturalistes de Girona, Ateneu Naturalista de Girona, Aturem les prospeccions de la Costa Catalana, CMes (Col·lectiu per crear un nou model energètic i social sostenible), Crash Oil Observatory, CST (Centre Sostenibilitat Territorial), Ecologistes en Acció, Enginyeria Sense Fronteres, Entrepobles, Greenpeace, Grup Antinuclear de Comarques Gironines, Grup de Defensa del Medi Natural de la Segarra , Grup de Defensa del Ter, IAEDEN (Institució Altempordanesa per a la Defensa i Estudi de la Natura), Observatori del Deute en la Globalització, Plataforma Aturem el Fracking, SCEA (Societat Catalana d’Educació Ambiental), Som Energia, Unió de Pagesos

 

 

 

 



Streaming de la Jornada