Honduras: Vía Campesina denuncia el asesinato de Margarita Murillo

Fuente: Vía Campesina, Tercera Información CLOC y ANAMURI

(Tegucigalpa, 29 de Agosto, 2014) La Vía Campesina Honduras (LVC), ante la opinión pública nacional e internacional, hace saber que el día 26 de Agosto del 2014 en horas nocturnas fue asesinada nuestra querida compañera de lucha MARGARITA MURILLO, en la comunidad de la montaña denominada El Planón, jurisdicción de la aldea El Venado en el municipio de Villanueva Cortes, donde se encontraba trabajando en una pequeña parcela de tierra. Pedimos a la comunidad internacional a cumplir con su papel fundamental en la protección y promoción de los derechos humanos. Es urgente que refuerce su atención y acción sobre la situación de derechos humanos en Honduras.

 

(Tegucigalpa, 29 de Agosto, 2014) La Vía Campesina Honduras (LVC), ante la opinión pública nacional e internacional, hace saber que el día 26 de Agosto del 2014 en horas nocturnas fue asesinada nuestra querida compañera de lucha MARGARITA MURILLO, en la comunidad de la montaña denominada El Planón, jurisdicción de la aldea El Venado en el municipio de Villanueva Cortes, donde se encontraba trabajando en una pequeña parcela de tierra.

Nuestra compañera MARGARITA MURILLO fue fundadora del Frente de Unidad Nacional Campesina (FENACAMH) y de la Central General de Trabajadores del Campo (CNTC) en los represivos años ochenta, e incansable militante por la justicia agraria y la liberación nacional, con lo que su partida nos deja un vacío incalculable, no solo para estas organizaciones sino también a la sociedad hondureña que hoy lamentan su fallecimiento.

Nuestra compañera MARGARITA MURILLO desempeño también cargos de dirección nacional, departamental y de base tanto en el Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP) como en el Partido Libertad y Refundación (Libre), y actualmente formaba parte del Foro Social del Valle de Sula.

Irónicamente, al momento de su asesinato la compañera MURILLO, gozaba de medidas cautelares, es decir, el Estado Hondureño estaba obligado a defender su vida debido a múltiples denuncias y demandas de organismos internacionales de derechos humanos debido a que la compañera era amenazada constantemente para quitarle su vida.

Reconocemos la lucha histórica de nuestra compañera MARGARITA MURILLO al lado de nuestro pueblo para reivindicar el derecho a la tierra, su lucha por la defensa de nuestra soberanía, por una reforma agraria integral, por la seguridad alimentaria de nuestro pueblo.

La Vía Campesina Honduras (LVC) condena este vil asesinato y exige al Estado de Honduras asumir su responsabilidad de dar con el paradero de los asesinos y ponerlos ante los tribunales.

Condenamos este vil asesinato en la humanidad de nuestra compañera MARGARITA MURILLO que prueba una vez más la criminalidad institucionalizada, por lo cual DENUNCIAMOS al gobierno de Juan Orlando Hernández por no asumir las responsabilidades que debiera, como tampoco lo ha hecho con los múltiples crímenes cometidos en contra de 130 campesinos asesinados durante estos dos últimos gobiernos nacionalistas.

Margarita Murillo, 1960-2014 – Heroína abnegada de la Revolución Centroamericana

Fuente: Tercera Información. Stephen Sefton (30-08-2014)

Si alguien en el movimiento revolucionario de Honduras encarnaba el aporte de las incontables mujeres heroínas de la revolución centroamericana, esa persona fue Margarita Murillo. Ayer se dio la dolorosa noticia de su asesinato en Villanueva, departamento de Cortés, el día 27 de agosto pasado. Todos los reportes coinciden que Margarita fue asesinada por un grupo de hombres fuertemente armados mientras ella trabajaba sola en una parcela de tierra de su grupo campesino. Todavía la derecha fascista de la región no ha aprendido que si se mata a una heroína, no matan sus ideas y cien más se levantarán en su lugar.

Margarita nació en la casa de su abuela en la comarca de Chalmeca, departamento de Copán en una familia campesina. En sus primeros años la familia era pobre pero siempre tenía algunos animales de patio, mientras su padre trabajaba una parcela de dos manzanas para garantizar el maíz y los frijoles y también como jornalero en fincas vecinas. Sin embargo, por motivo de una riña familiar su padre tuvo que vender su tierra para pagar una multa y la familia cayó en la pobreza extrema.

Desde la edad de siete años Margarita conoció la amarga vida de tener que vivir sin ninguna seguridad económica. Su madre lavaba coladas ajenas. Su padre salía fuera a trabajar. A veces, en la desesperación, comían zacate para apaciguar el hambre. La familia sufría todas las humillaciones de las personas que no tienen recursos económicos, el menosprecio, la explotación laboral, el hambre y la falta de atención médica, la violencia intrafamiliar…

Con el paso de los años, Margarita aprendió muchas habilidades de su abuela paterna y de sus profesores. Por parte materna, la familia de Margarita es indígena, maya. Pero durante su niñez pasó más tiempo con la madre de su padre, que era salvadoreña. Margarita recordaba que su abuela materna le contó que su marido peleó en la guerra de los Liberales contra el dictador Carías Andino y que su abuelo fue fusilado en el siglo IXX por ser morazanista.

Margarita reconocía que esa historia familiar tuvo mucho que ver con su compromiso revolucionario.

Fue en 1971 que Margarita empezó a trabajar en las organizaciones sociales con un grupo de mujeres de Cáritas. A la edad de 13 años ayudaba a coordinar las actividades de seis grupos en diferentes comarcas cerca de donde vivía. Empezó a trabajar como una promotora en la Escuelas Radiofónicas haciendo la alfabetización. Ayudaba a los Delegados de la Palabra de la iglesia y empezó trabajar con la Unión Nacional de Campesinos.

Casi llegando a los quince años, Margarita participó en la Marcha del Hambre de 1975 que acabó con la masacre de Los Horcones. Su grupo de unas 800 personas fue interceptado por el ejército, pero ella logró escapar para volver a su comunidad. Decidió dejar su trabajo comunitario con Cáritas para unirse al programa de salud de la UNC que la asignó al sindicato de salud SITRAMEDHYS para aprender enfermería básica.

En 1976, participó en una ocupación de tierras con 400 campesinos. Fue arrestada y detenida por la policía. La golpearon y la violaron en las celdas de las Fuerzas de Seguridad Pública. La llevaron al hospital alegando que fue víctima de un accidente. Tenía tres costillas quebradas y una pierna fracturada. La brutal represión redobló su determinación de luchar por la justicia. Entre 1976 y 1979 participó en muchas ocupaciones de tierras y en 1978 participó en la fundación de la Federación de Mujeres Campesinas (FEHMUC).

En 1980 tuvo su primer hijo, pero seguía con su trabajo de organización en el campo. Al llegar ser más conocida también fue más buscada por la policía. En ese tiempo acostumbraba a caminar por semanas en el campo con su mochila puesta para visitar a hasta 35 grupos campesinos al mes. Fue un tiempo de duras luchas con mucha represión de parte de la policía y del ejército.

Durante ese período Margarita trabajaba en Copán y en Yoro. Fue cuando los conflictos en El Salvador y en Guatemala forzaron a mucha gente de esos países a refugiarse en Honduras. Las experiencias de esta gente sin duda radicalizaron a muchas personas en el movimiento popular de Honduras. Ciertamente fue el caso de Maragarita. El ejemplo del triunfo de la Revolución Popular Sandinista en Nicaragua también inspiraba mucho optimismo en los movimientos populares y mucho espíritu de lucha.

En enero de 1985 se fundó la Central Nacional de Trabajadores del Campo, un intento de unir las organizaciones campesinas más reivindicativas del país. Margarita fue elegida para la ejecutiva nacional. Seguía con su trabajo y su vida familiar. En 1987 tuvo su cuarto bebe, una niña. Pero pocos meses después, fue arrestada en su casa por un grupo de hombres no identificados en una camioneta sin placas.

Estuvo desaparecida durante cinco días. Durante ese tiempo fue sistemáticamente torturada, golpeada, violada. Fue gracias al actuar del otro dirigente campesino el Cro. Miguel Murillo (no tiene parentesco con Margarita) que los abogados Blanca Valladares y Milton Jiménez la encontraron para llevarla ante un juez, quien por falta de pruebas en su contra, liberó a Margarita después de algunos días más de detención.

Las secuelas de las torturas dejaron a Margarita con un daño serio en la columna. Aún así las fuerzas de seguridad la hostigaron con amenazas constantes. Margarita pasó a la clandestinidad en Tegucigalpa y de allí fue enviada a Nicaragua y de Nicaragua a La Habana. Allí en Cuba recibió tratamiento médico para enderezar su columna y reparar el daño en seis vértebras. Los golpes habían destruido también un ovario, que se tuvo que sacar. En Cuba tuvo tres operaciones.

Regresó a Managua para un período de convalecencia. De Nicaragua, Margarita fue a México y luego a pasar un tiempo en El Salvador donde colaboraba con el Frente de Liberación Nacional "Farabundo Martí". Volvió a Honduras, siempre en la clandestinidad, a inicios de 1990. Sólo con la amnistía de 1991 fue posible para ella volver a una vida normal, trabajando como siempre a nivel de base con el movimiento popular. A lo largo de los años 1990 desarrolló un importante trabajo con las comunidades del departamento de Cortés, que la llevó a trabajar como dirigente del Foro del Valle de Sula.

A pesar de su antipatía contra los partidos tradicionales, apoyó con mucha esperanza y optimismo las políticas soberanas promovidas por el gobierno del Presidente Manuel Zelaya. Pero a la vez, ella, como muchos en las organizaciones radicales del movimiento popular de Honduras preveían la sería amenaza de una respuesta muy represiva de la oligarquía fascista hondureña apoyada por EE.UU. contra un pueblo desarmado. Y así fue, como ocurrió con los acontecimientos del 28 de junio 2009.

Margarita destacó en las luchas contra el golpe en el departamento Cortés donde ella llegó a coordinar el Frente Nacional de Resistencia Popular y participaba activamente en las discusiones alrededor de las estrategias tanto del Frente como de su brazo partidario LIBRE.

Conocí a Margarita en mayo 1990 cuando grabamos varias entrevistas. Como todas y todos quienes tuvimos el privilegio de beneficiarnos de su sabiduría revolucionaria, me siento bendecido por su amistad e inspirado por estas palabras que ella dijo en 1990 :

"Estoy decidida a seguir dando mi vida al movimiento por la liberación de mi pueblo. Desde mi niñez he participado en la vida de mi pueblo. Es imposible dejarlo. Nunca voy a poder abandonar mi pueblo. En estos últimos tres años he estado en la clandestinidad. Tomé esa decisión después de lo que pasó en 1987. Si me hubiera quedado trabajando abiertamente habría muerto para nada. Me habrían matado y ya no habría dado fruto para el pueblo hondureño. Por ese motivo elegí una vida clandestina, no sólo para seguir viva, sino para seguir luchando por mi pueblo y por todos los pueblos centroamericanos."

 

CLOC-Via Campesina Centroamérica condena el vil asesinato de la compañera Margarita Murillo

(Managua 29 de Agosto de 2014) Las organizaciones miembros de la CLOC-La Vía Campesina Centroamérica, reunidas en Managua, nos manifestamos en contra de la violencia e impunidad imperante en Honduras, donde continúan los asesinatos de dirigentes campesinos y demás violaciones graves de los derechos humanos. En particular, condenamos enérgicamente el asesinato de la compañera Margarita Murillo, dirigente campesina y primera coordinadora del Frente Nacional de Resistencia Popular, (FNRP), también fundadora del partido Libertad y Refundación (LIBRE) el día de ayer, 27 de agosto de 2014 en Villa Nueva, Departamento de Cortes.

A partir de las informaciones obtenidas de organizaciones nacionales, y reportes de medios locales y nacionales, se ha podido verificar los siguientes hechos:

Según informes de sus hijas, Margarita se encontraba en una parcela cuando llegaron hombres armados y encapuchados que acabaron con su vida a eso de las once de la mañana.

El pasado 26 de julio, militares hondureños secuestraron al hijo de Margarita Murillo, Samuel, de 23 años, de la casa donde la familia vive en la comunidad de Marañon, al sur de San Pedro Sula. No se sabe su paradero todavía. 

Así mismo su marido Oscar fue herido por una bala en la pierna durante la represión por parte de los militares en uno de los ataques a los manifestantes que estaban tomando la carretera en Choloma.

Ante los hechos expuestos, las organizaciones de la CLOC-La Vía Campesina, condenamos los actos de violencia, y  en particular el terrible asesinato de la compañera Margarita Murillo, recordando que toda persona, tiene el derecho  fundamental e inalienable a la vida, e instamos a las autoridades nacionales que:

1.     Cumplan con su deber de investigar y sancionar de forma expedita todos los crímenes y las otras violaciones graves de derechos humanos cometidas en el país, y perseguir penalmente tanto a los autores materiales como intelectuales.

2.     Cesen de inmediato la represión y la violencia contra el movimiento campesino, y adopten medidas efectivas que brinden protección a las personas en riesgo.

3.     Expresamos nuestra preocupación sobre el riesgo de nuevos actos de violencia contra dirigentes campesinos.

4.     Expresamos nuestra convicción que sólo será posible lograr la paz en Honduras con políticas públicas coherentes,  con el respeto y cumplimiento de los derechos humanos, lo que incluye las medidas necesarias para proteger el derecho a la vida, superar la impunidad, y el cumplimiento de los acuerdos suscritos y marcos legales establecidos en este sentido.

5.     Cumplan las disposiciones legales y los acuerdos políticos relativos a los conflictos agrarios, para lograr una solución justa y sostenible del problema de la tenencia de la tierra.

Pedimos a la comunidad internacional a cumplir con su papel fundamental en la protección y promoción de los derechos humanos. Es urgente que refuerce su atención y acción sobre la situación de derechos humanos en Honduras, por lo que debe:

1.   Contribuir con medidas concretas y contundentes a una mayor protección de las personas en riesgo.

2.   Realizar un monitoreo permanente de la situación en Honduras, así como de la investigación y condena de los responsables de los asesinatos cometidos contra dirigentes campesinos y formular recomendaciones a las autoridades nacionales.

3.   Establecer una oficina permanente del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Honduras.

28 de agosto de 2014

Organizaciones Firmantes:

ATC, CNOR, ARNIG, CNTC, ANACH, CONAVIGUA, CUC, ANTA, FECORACEN,

UNAPA, UCP, CONIC

 

Chile: Declaración ANAMURI frente al asesinato de la Compañera Margarita Murillo

(Santiago 28 de Agosto de 2014) En el contexto de nuestra primera reunión de nuevo directorio Nacional ANAMURI, reunidas en casa del profesor, Santiago Chile. Hemos recibido una triste noticia desde Honduras. Se trata del asesinato de la compañera Margarita Murillo. Sin duda la información nos toca y conmueve profundamente, ya que, la lucha que ella lideraba con tanta fuerza representa el sentir de muchas mujeres campesinas e indígenas y de otros sectores sociales que luchan contra la injusticia, contra el capitalismo en sus distintas expresiones.

Nos solidamos con la familia de la compañera Margarita Murillo, con las organizaciones en que ella fue motor de lucha y vanguardia en favor de los derechos y justicia social para los más desposeídos y su constante lucha por la tierra en el marco de Reforma Agraria Integral.

Como organización de mujeres de Chile y parte de la Coordinadora Latinoamericana de Organizaciones del Campo y la Vía Campesina, nos  sumamos a las múltiples declaraciones de solidaridad y repudio frente al asesinato de una compañera de lucha.

Instamos a las autoridades Hondureñas a esclarecer este asesinato y exigir que hechos tan repudiables como este no se vuelvan a repetir.

¡Por Soberanía Alimentaria!