Declaración conjunta con motivo del Día Internacional del Migrante

Desde Entrepueblos, como asociación que forma parte de la Marcha a Bruselas, nos sumamos a esta declaración conjunta con motivo del Día Internacional del Migrante.

Nosotras, organizaciones, colectivos y redes comprometidas con los derechos de las personas exiliadas y habiendo participado en los encuentros y movilizaciones transnacionales de la Marcha a Bruselas de septiembre 2022, publicamos este comunicado conjunto con motivo del Día Internacional de las personas migrantes este 18 de diciembre.

En el Estado Español, seguimos denunciando que el gobierno del Estado se niega a asumir sus responsabilidades por las decenas de muertes el 24 de junio en la frontera de Marruecos con Melilla, alguna en territorio bajo responsabilidad española, y refuerza la colaboración con la monarquía marroquí y otros Estados africanos en la represión de las personas migrantes. Estas políticas, que confirman la voluntad de nuestro gobierno y el conjunto de gobiernos de la Unión Europea de restringir el acceso a los derechos y criminalizar a los exiliados privados de permiso de residencia provoca centenares o miles de muertes en los trayectos y situaciones de explotación laboral y de todo tipo de las personas en situación irregular y que el gobierno se niega a regularizar.

Lo anterior se inscribe en una tendencia mundial hacia el endurecimiento de las políticas de control y clasificación de la inmigración, cueste lo que cueste. A punto de celebrarse el 18 de diciembre, compartimos esta constatación: el año ha vuelto a estar marcado por la restricción de derechos, la criminalización, las expulsiones y la violencia cotidiana contra las personas que se desplazan y permanecen en el país de forma ilegal; por nuevas muertes y desapariciones en las fronteras, desde América Central hasta los Balcanes, pasando por el Sahara y el Mediterráneo. El pasado 24 de junio, en Marruecos, 27 personas murieron, cientos de heridas, decenas de detenidas y desaparecidas en su intento de cruzar la barrera de Melilla: el mayor número de muertos jamás registrado en esta frontera terrestre.

El 2 de noviembre se renovó automáticamente el acuerdo entre Italia y Libia para evitar la migración en el Mediterráneo central, y con él el sistema de interceptación de migrantes, tráfico y tortura documentado desde hace años. Mientras tanto, el despliegue de Frontex continúa en los Balcanes o en África, a pesar del cuestionamiento de la agencia por parte de la OLAF y de muchas organizaciones. La agencia también está presente en la costa del Mar del Norte, mientras un informe condenatorio señala las responsabilidades de los servicios de rescate franceses y británicos en el naufragio del 24 de noviembre de 2021 en el Canal de la Mancha. Las muestras de solidaridad con las personas que huyen de la guerra en Ucrania, que podrían haber suscitado la esperanza de una mejor acogida para todos y todas, han resultado ser selectivas, dando claro testimonio del racismo y del oportunismo político y económico que subyace en las políticas migratorias de la Unión Europea y sus Estados miembros.

 Exigimos el fin inmediato del régimen fronterizo represivo y la aplicación de políticas migratorias basadas en el respeto de la dignidad humana y la igualdad de derechos.

Así, desde el nivel local hasta el transnacional, se organiza la solidaridad y se refuerzan las alianzas entre colectivos de migrantes, personas y asociaciones solidarias, sindicatos y autoridades locales. Estas luchas adoptan muchas formas: asistencia y resistencia a lo largo de las rutas migratorias, movilizaciones de personas privadas de permiso de residencia para su regularización, campañas contra la explotación colonial de los recursos y las poblaciones del Sur Global, acompañamiento jurídico contra la criminalización de la migración y la solidaridad, defensa contra el confinamiento y las deportaciones… La solidaridad también se organiza para recordar, junto a sus familiares, a las personas desaparecidas en las rutas terrestres y marítimas mediante “conmemorAcciones”. Por último, nuestros movimientos trabajan para construir alternativas y promover políticas basadas en los derechos humanos, políticas de acogida dignas y sostenibles. En respuesta al Pacto Europeo sobre Migración y Asilo, que sólo avala una lógica de rechazo y negación de derechos, Numerosas organizaciones reclaman un Pacto mundial de solidaridad.

Así, en vísperas del 18 de diciembre, denunciamos alto y claro las políticas represivas que se obstinan en poner en marcha muchos Estados, con la complicidad de empresas de seguridad y armamento y organismos internacionales, desafiando los derechos más fundamentales y decenas de miles de vidas humanas. Exigimos el fin inmediato del régimen fronterizo represivo y la aplicación de políticas migratorias basadas en el respeto de la dignidad humana y la igualdad de derechos.

Más información sobre la Marcha a Bruselas.

Oscar Recinos: ‘La agroecología es básica para la soberanía de El Salvador’

 

Artículo publicado el día 29 de noviembre de 2022  en la Revista Nexe 

La Federación de Cooperativas de la Reforma Agraria de la Región Central (FECORACEN) del país centroamericano trabaja con las comunidades y cooperativas para promover y fortalecer la agroecología como vía de desarrollo local.

“Soy Oscar Recinos, tengo 55 años, soy campesino, gerente de la Federación de Cooperativas de la Reforma Agraria de la Región Central (FECORACEN) y miembro de la comisión política de Vía Campesina en El Salvador. Para mí, “el cooperativismo es una alternativa social, incluso cultural, que permite integrarlo todo para mejorar la vida de las comunidades”. Así se presenta este especialista en cooperativismo y agronegocios, que ya acumula treinta años de experiencia como activista, luchador social y defensor de los derechos del campesinado de El Salvador.

El Salvador, el país más pequeño de Centroamérica, es conocido para tener una alta susceptibilidad ante acontecimientos climáticos y una problemática multidimensional donde se mezcla la desigualdad social y económica; la desocupación; la migración; la violencia social; el crimen organizado; el machismo y una elevada presión sobre los recursos naturales. Factores, todos ellos, que durante la pandemia de la COVID-19 se han visto agraviados.

Según Oscar Recinos, las prioridades del Gobierno de Nayib Bukele, presidente del país desde 2019, no están en focalizados en la agricultura, sector que se ha visto afectado por el cierre de los programas que ayudan la agricultura familiar, la acuicultura y el desarrollo rural. “No hay planes estatales por el sector agrario, y los créditos bancarios que se han establecido, acaban en manos de las grandes empresas, mientras que por los pequeños agricultores el acceso es muy limitado”.

Tampoco la pandemia no ha permitido mejorar la situación del campesinado. Más bien al contrario: en lugar de adquirir los productos de las familias campesinas, el Estado se dedicó a comprarlos al extranjero. Un hecho que, según Recinos, ha agraviado el abandono que sufren los pequeños y medios agricultores por parte de la administración.

Por el veterano cooperativista y activista social, El Salvador ha acontecido un país “bastante atrasado”, en que se ha priorizado la política de importación y se ha abandonado la agricultura. Una situación que, a parecer suyo, solo se resolverá si el Estado destina las ayudas necesarias para que el sector no caiga en manos de las compañías que conciben la producción de alimentos como una mercancía.

Ante esta problemática, Recinos explica que el objetivo de FECORACEN es impulsar la producción local desde una mirada ecológica, teniendo en cuenta que “el producto es mucho más sano, menos contaminado y menos nocivo para la salud”, afirma. Para lograr este objetivo, la entidad ha definido cuatro líneas de trabajo, como son la incidencia en políticas públicas, la transformación agropecuaria, la soberanía alimentaria y el enfoque de la actividad con perspectiva de género y orientado especialmente a la juventud. Alrededor de estos temas, establece colaboración con las comunidades y el conjunto de cooperativas, a quienes proporciona asesoramiento técnico en producción y gestión jurídica, y forma en agroecología, género, juventud y masculinidades.

En torno a la formación, Oscar Recinos señala que se ha hecho una gran labor, puesto que se desarrollan cursos destinados a chicos y chicas que tienen lugar, por un periodo de uno o dos meses, en una escuela ecológica. Por el representante de FECORACEN, con esta formación, los participantes conocen el proceso de transición que tiene que llevar a sustituir los productos nocivos a aplicar la agroecología: “Esta cuestión, y las que hacen referencia a la soberanía alimentaria, el cooperativismo y el papel de las mujeres y de la juventud, son fundamentales en orden a construir un país mejor para todo el mundo”.

También, en referencia a las masculinidades, Recinos apunta que las formaciones han permitido a los jóvenes darse cuenta de que las relaciones patriarcales son nocivas y no benefician a la sociedad salvadoreña. “Aprenden a tener otra visión de cómo tienen que ser las relaciones entre hombres y mujeres”, indica. Mientras que, en términos de cooperativismo, defiende que es crucial trabajar en colectividad y que “es interesante y gratificante hacerlo en esta dirección”, puesto que, “el sistema capitalista nos enseña el individualismo y que tienes que salir a triunfar, cuando lo más gratificante es que un colectivo busque el bien común”, dice Recinos.

Para avanzar hacia este horizonte, el gerente de FECORACEN cree necesario empoderar tanto las cooperativas como las comunidades en soberanía alimentaria y agroecología, de forma que adquieran la capacidad de producir sus propios alimentos en sistemas diversificados, “No podemos limitarnos a la producción de alimentos con carbohidratos, sino también con proteínas, las cuales son las que garanticen una buena de las comunidades”, comenta Oscar Recinos. Y esto, según insiste, pide ayudas al campesinado para que pueda alcanzar en la población, pero también al conjunto del mercado con sus propias semillas.

Oscar Recinos pone especial énfasis al ayudar los productores y productos para que puedan producir sus alimentos de acuerdo con la cultura que emana de los territorios. Al final, considera que “es un derecho de los pueblos tener acceso a la alimentación, y más en El Salvador, donde el problema no es la carencia de alimentos, sino el acceso a estos”, razón por la cual reclama que las instituciones vean en el campesinado un actor clave por el desarrollo de la economía local.

Según Recinos, por ahora, solo pueden acceder a los alimentos básicos las personas con poder adquisitivo, no quienes no tienen”, de aquí que, desde la Federación, se insta continuamente en el Estado a establecer planes que facilite a los productores y en el campesinado el uso de la tierra, el agua y el resto de recursos naturales. “Es básico que gire la mirada hacia el sector cooperativista, porque si bien tenemos tierras, no podemos producir por la falta de recursos” añade.

A propósito de esto, desde FECORACEN plantean la agroecología como una alternativa real que, más allá de garantizar el abastecimiento alimentario, supone la apuesta política por un modelo de producción que prioriza la diversidad ante el monocultivo. “Defendemos la agroecología porque es rentable y, a través del cooperativismo, permite fortalecer la economía local y transitar hacia el desarrollo social y ambiental de las comunidades”, concluye Oscar Recinos.

Pepa Roselló, técnica de Comunicación de Entrepueblos

Manifiesto #25N ¡Construyamos colectivamente territorios libres de violencias patriarcales!

Desde Entrepueblos-Entrepobles-Entrepobos-Herriarte, este 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de las Violencias hacia las Mujeres y las Niñas, nos sumamos al llamamiento de las organizaciones feministas a nivel internacional que:

  • Visibilizan sus reivindicaciones para un cambio social estructural y apelan al compromiso y a la corresponsabilidad de toda la sociedad para erradicar las violencias machistas.
  • Denuncian la insuficiente acción de los gobiernos y sus políticas públicas en el ámbito de la prevención, acompañamiento, protección y reparación para un abordaje integral feminista de les violencias machistas.

Las violencias machistas (también violencias patriarcales) son la más grave, sistemática e impune vulneración de los Derechos Humanos. La complejidad de las violencias machistas se sostiene en estructuras patriarcales inscritas profundamente en cada persona, pero, sobre todo, en las relaciones comunitarias y en todas sus instituciones, tanto públicas como privadas.

La cultura machista y patriarcal alienta, estimula y consiente el uso de la violencia contra las mujeres, contra sus hijas y sus hijos, y contra las identidades disidentes y personas no binarias, como ejercicio de poder y dominio. Una cultura que legitima y perpetúa esta violencia a partir de diversos sistemas y espacios: incremento de la violencia institucional, la categorización de los cuerpos y las vidas, la subordinación de unos cuerpos y unas vidas sobre otras, la apropiación del cuerpo y la sexualidad femenina, los vínculos amorosos subordinados, la feminización de la pobreza, la imposición de normas estéticas imposibles, los mandatos heteronormativos, los racismos, los clasismos, la normatividad funcional, y tantos otros. Las violencias machistas tienen muchas formas y el impacto en las vidas de quienes la sufren en su propia piel depende, en gran medida, de la garantía de acceso a derechos básicos para su reparación.

De todas las formas de violencia machista, las violencias sexuales son las más prevalentes, las más invisibilizadas y las más naturalizadas. Constituyen un componente central del patriarcado, estando más relacionadas con el ejercicio del poder que con el sexo.

Los movimientos feministas de todo el mundo se han rebelado contra este poder patriarcal, han señalado las causas y las consecuencias de las violencias machistas y han identificado las diversas expresiones en todos los ámbitos en que ocurren (familiar, de la pareja, social o comunitario, laboral, educativo, digital o político). Todas ellas son expresión de un ataque a la libertad del cuerpo y de la vida de las mujeres, y son estructurales del sistema heteropatriarcal, capitalista, militarista, racista y colonial. Las organizaciones feministas han generado una oleada de sororidad para reconocer la voz de las mujeres que denuncian y acompañarlas en sus procesos de recuperación y reparación.

Manifestación contra las Violencias Machistas. Foto: Raquel García/Unplash

En el estado español estamos asistiendo estos días a una avalancha mediática de críticas a la Ley de Garantía Integral de Libertad Sexual (Ley del ‘Solo sí es sí’). Una falsa alarma social en la que no se ha profundizado sobre los contenidos de la ley en relación con la prevención y reparación de las supervivientes de violencias machistas. Es necesario que la sociedad entienda la necesidad de un cambio de paradigma, para centrar los esfuerzos en las mujeres supervivientes de violencia sexual, y que penas de cárcel más altas no responden a la idea de una justicia feminista.

Para salir de estas lógicas necesitamos profundizar acerca del concepto de justicia feminista, fortaleciendo nuestros vínculos y lazos sociales como clave para pensar alternativas posibles. Necesitamos una mirada más integral sobre la autonomía de las mujeres, incorporando la autonomía reproductiva, la autonomía subjetiva y la inviolabilidad de su cuerpo como entramados indisolubles.

EXIGIMOS políticas de prevención y reparación, las cuales tienen que estar suficientemente dotadas de recursos económicos y requieren de la máxima colaboración y cooperación interinstitucional e intersectorial.

EXIGIMOS la garantía de todos los derechos que se ven vulnerados con las violencias sexuales: desde el derecho a la seguridad al derecho a la integridad física y psicológica, pasando por el derecho a la salud y el derecho a la educación.

Campaña de Demus Perú por el 25 de noviembre 2022.

Campaña de Demus Perú por el 25 de noviembre 2022.

 

En Entrepueblos-Entrepobles-Entrepobos-Herriarte manifestamos nuestro compromiso desde una perspectiva de cooperación feminista internacionalista:

  1. DENUNCIAMOS, como una de las consecuencias de las violencias patriarcales, la criminalización de mujeres defensoras de derechos humanos en Abya Yala. La criminalización es consecuencia del avance del neoliberalismo, del desarrollo capitalista voraz, de los gobiernos corruptos, autoritarios y conservadores de sus países, del desempeño de las empresas del norte global que allí operan, con la complicidad de sus países de origen, así como de las violencias estructurales racistas y misóginas que siguen imperando. Los feminicidios territoriales, la violencia sexual, la estigmatización y la criminalización son múltiples, orquestadas desde gobiernos y sistemas policiales y parapoliciales, en connivencia con campañas de medios de comunicación, al servicio de empresas extractivistas y gobiernos, que gozan de total impunidad, dificultando el acceso a la justicia de las mujeres defensoras, quienes ponen sus cuerpos y exponen sus vidas por la defensa de los bienes comunes.
  2. APOYAMOS redes de solidaridad internacional feminista que permitan sostener, visibilizar y abrazar las luchas de nuestras compañeras del Abya Yala contra las violencias patriarcales y la criminalización de las defensoras de derechos humanos.
  3. DENUNCIAMOS que la frontera es el método decisivo para convertir la fuerza de trabajo en mercancía. Lo que quiere verdaderamente el mercado son personas con capacidad de producción asustada y clandestina, y la Ley de Extranjería promueve esa situación de miedo y de clandestinidad, al servicio de la agricultura, la industria o el trabajo del hogar y los cuidados.Las trabajadoras migradas en el campo sufren explotación laboral, cargada de estereotipos racistas y machistas, llegando en ocasiones a los abusos sexuales (recientemente denunciadas en la región de Murcia, o durante la recogida de la fresa de Huelva). Se les exigen favores sexuales a cambio de no perder su puesto de trabajo. Así las trabajadoras más pobres, racializadas y con hijos e hijas en sus países de origen, soportan, además de condiciones de vida infrahumanas (infravivienda, hacinamiento, falta de agua, luz,…) acoso sexual, que les impide el acceso a los mínimos derechos humanos para el desarrollo de sus vidas en nuestra sociedad.
  4. APOYAMOS a las organizaciones de mujeres migradas y refugiadas en sus reivindicaciones por la regularización de las personas migrantes, por la derogación de la Ley de Extranjería y contra las políticas migratorias en las fronteras que ejercen una gran violencia sobre las mujeres migradas y refugiadas, subordinando sus vidas al patriarcado.
  5. DENUNCIAMOS la precariedad y exclusión social, que no contribuyen a la erradicación de las violencias machistas. En situaciones de vulnerabilidad, las violencias machistas tienen un impacto tremendo sobre las mujeres, ya que no poseen la autonomía económica que les permita poder salir de la situación de violencia. Por otro lado, sobrevivir a situaciones de violencia machistas es uno de los factores que pueden llevar a las mujeres a situaciones de pobreza y exclusión social.El riesgo de exclusión social en España es muy superior a los países de su entorno. Además, hay que tener en cuenta el impacto de la pandemia COVID 19, que desplomó la actividad económica durante 2020 y parte de 2021. El sinhogarismo, generado por causas económicas, políticas y sociales, dificulta a las personas el acceso a derechos básicos como la vivienda o el empleo, y afecta cada vez más a las mujeres.Según cifras de la Organización de Naciones Unidas, el 70% de las personas pobres en el mundo son mujeres. Es alarmante ver que una de cada cinco niñas en el mundo sufre de pobreza extrema. Es decir, está por debajo del umbral de pobreza.
  6. EXIGIMOS políticas públicas que pongan la vida en el centro, contra la pobreza y la exclusión social, con una asignación presupuestaria que garantice una vida digna para las mujeres.
  7. APOYAMOS las redes de acompañamiento comunitario y apoyo mutuo para mujeres en situaciones de vulnerabilidad y de violencias machistas.
  8. DENUNCIAMOS los asesinatos y persecución de las mujeres en Irán. El asesinato de la joven Mahsa Amini, detenida el pasado 13 de septiembre en Teherán por la denominada policía de la “moral” iraní al no llevar correctamente puesto el hiyab, ha desatado una ola de protestas en Irán. Las mujeres y los jóvenes han desafiado al régimen y su política restrictiva y patriarcal. El uso del velo está en el centro de los debates, pero el régimen iraní tiene muchos otros asuntos que pueden minar su supervivencia.Este tipo de persecuciones y discriminaciones hacia las mujeres constituyen una grave violación a los derechos humanos, que en ocasiones las obligan a escapar de sus países de origen y convertirse en refugiadas.
  9. EXIGIMOS garantizar los derechos de la Ley de Asilo de España, norma reguladora del derecho de asilo y protección subsidiaria, que señala explícitamente que la persecución por motivos de género está reconocida como causa de asilo. La equidad de género es un derecho humano fundamental que debe garantizarse en cualquier lugar del mundo.

En este 25 de noviembre las resistencias feministas se expresan en todo el mundo y están más vivas que nunca. Queremos sentir especial cercanía con las gentes de Centroamérica, Palestina, Ucrania, Irán, Rojava, Afganistán,… Sentimos los latidos de las mujeres que defienden la vida y la libertad en todo el mundo porque son también nuestros latidos. 

 

Encuentro de Redes Sociocomunitarias de Mujeres en Cusco

Por el Buen Vivir Colectivo desde nuestros Feminismos Comunitarios

04-06 de octubre de 2022

Ante un contexto de crisis política y ambiental, inflación, avance del discurso fundamentalista y de la economía neoliberal, cerca de sesenta mujeres procedentes de la Red de Mujeres de Carabayllo (Lima), Red kuskalla (Acomayo), Mujeres Integrantes del COREMUJ (Cusco), Jóvenes de la Declaratoria de la Juventud – Lago Titikaka (Puno), Asociación de Mujeres Defensoras del Territorio y Cultura K’ana (Espinar) así como mujeres de los equipos de DEMUS, KALLPA y Entrepueblos, participaron del 04 al 06 de octubre en el Encuentro de Redes Sociocomunitarias de Mujeres – Por el Buen Vivir Colectivo desde nuestros Feminismos Comunitarios. Este espacio fue organizado por la Asociación KALLPA, en el marco del Convenio AECID: Por el derecho de las mujeres, adolescentes y niñas a una vida libre de violencias, en las regiones de Cusco y Lima, y dentro de la campaña nacional Vivir Sin Miedo.

El objetivo de este encuentro fue el de compartir y conectar entre mujeres sus reflexiones y luchas por una vida libre de violencias desde las practicas vivenciales del Sur Andino. Este espacio fue facilitado por La activista de los derechos de las mujeres y líder indígena del territorio Iximulew (denominado Guatemala tras la colonización), Lolita Chávez.

En el primer día del encuentro, Lolita Chávez estuvo compartiendo sus experiencias del Buen Vivir colectivo en las comunidades originarias y promoviendo diversas reflexiones sobre la política, cultura y economía, así como las diversas violencias que atraviesan tanto a los territorios como a los cuerpos de las mujeres.

Diversas mujeres han denunciado el hostigamiento y las violaciones de derechos humanos que sufren en sus territorios por parte de las empresas mineras, encontrando muchas dificultades para poder aplicar los mecanismos de denuncia judicial.

Se ha denunciado que la actividad minera ocasiona daños irreparables en los suelos, agua, aire y en la comunidad. Debido a ello, ya no pueden producir en sus tierras y no tienen acceso a agua potable, por lo que dependen de un camión que la trae cada quince días. Los animales beben agua contaminada provocando que muchos expulsan los fetos y en aquellos que logran nacer, muchos lo hacen con malformaciones. Igualmente, se ha denunciado que en sus comunidades hay diversas personas con enfermedades respiratorias y con cánceres debido a la exposición a metales pesados, que incluso está afectando a los embarazos de las mujeres y a la salud temprana de niñas y niños. Este cuadro se agrava con las dificultades que sufren para acceder a los servicios de salud.

También, se ha denunciado el asesinato del exalcalde de Espinar, Oscar Mollohuanca Cruz, cuyo cadáver fue encontrado el día 07 de marzo de 2022. Oscar Mollohuanca fue un gran defensor de los Derechos Humanos y Ambientales1. Una de las activistas presentes en el encuentro también denunció que sufre un continuo hostigamiento y amenazas de muerte.

Sin duda, fue una jornada llena de dolor, rabia y también de sanación. Lolita Chávez en todo momento supo conducir estas denuncias hacia un diálogo de sanación, cuidado y justicia cósmica mediante el acuerpamiento del feminismo comunitario. Así, las mujeres experimentaron que pese a las múltiples violaciones que sufren, no están solas y que sus luchas son las de todas.

En el segundo día del encuentro se viajó hacia el territorio acomaino, con el objetivo de promover el Intercambio de experiencias de la Red de Carabayllo (Lima) y de la Red Kuskalla (Acomaio).

Las mujeres acomainas compartieron su cultura y alimentos, demostrando que la lógica del feminismo comunitario es la del compartir. Tras ello, Lolita promovió una inmersión mística de agradecimiento al Sol, a la Luna, a los Cerros y al Agua. También realizó una limpieza energética con ruda, romero y agua florida, invitando al acuerpamiento y al sentir de los cuerpos de las mujeres.

Después de este momento tan simbólico, se compartió un espacio de diálogo y reflexiones a partir de las experiencias de cada red sobre la Genealogía Ancestral del Feminismo Comunitario. Este proceso generó un ambiente de tal confianza entre las mujeres que permitió dialogar sobre los abusos, violaciones y embarazos no deseados que han sufrido a lo largo de sus vidas. Incluso se trató del placer femenino, algo desconocido para algunas de ellas, consiguiendo estimularlas a profundizar en el conocimiento de sus cuerpos sin que la edad sea una barrera para ello.

El tercer y último día de encuentro estuvo marcado por la visita e intercambio con las mujeres de tejido ancestral comunitario en Chincheros. Tuvimos la oportunidad de conocer de cerca sus milenarios métodos de producción textil de carácter ecológico. Cabe resaltar que muchas de ellas fueron protagonistas del libro “Ellas, Tejiendo Historias desde el Hilo Rojo” promovido en el marco del Convenio.

Se cierra este encuentro con la satisfacción de haber alcanzado su objetivo, vivenciando que, ante tanta injusticia, las mujeres se organizan para romper con la cadena de la impunidad y de la violación de los derechos humanos, asumiendo sus heridas y sanando dentro del acuerpamiento feminista, ya que VIVIR SIN MIEDO ES NUESTRO DERECHO.

PRYSCILA MARQUES RANGEL -Cooperante Entrepueblos en Perú.

 

UNA APROXIMACIÓN CRÍTICA AL ACUERDO UE – MERCOSUR: Análisis de las dinámicas estructurales y del nexo agua-tierra-trabajo de productos agrícolas clave.

UNA APROXIMACIÓN CRÍTICA AL ACUERDO UE – MERCOSUR: Análisis de las dinámicas estructurales y del nexo agua-tierra-trabajo de productos agrícolas clave.

Desde Entrepueblos y Ecologistas en Acción, que formamos parte activa de la Campaña Catalunya No als TCI y la Campaña Estatal No a los Tratados de Comercio e Inversión, presentamos este informe como herramienta para el debate crítico sobre el tratado UE-MERCOSUR.

El Tratado de Comercio e Inversión entre la Unión Europea y los países del Mercosur lleva 22 años de inciertas y complejas negociaciones, de arranques y frenazos prolongados. Finalmente, durante el 2018 y a inicios del 2019 las comisiones negociadoras entre ambas regiones lograron un nuevo impulso que culminaba en junio de 2019 con el anuncio de un texto de acuerdo. Aun así, cuando todo parecía prever una aprobación inminente por parte del Consejo Europeo, el proceso de tramitación para la ratificación del acuerdo se fue posponiendo una vez detrás de otra hasta la actual congelación “sine die” del proceso.

El TCI UE-Mercosur entra al debate social y político en el contexto de la emergencia climática y ecológica, de la pandemia de la COVID-19, el cambio de gobierno en Argentina y la caída de popularidad de Bolsonaro en Brasil. Y, aunque en nuestro país no ha entrado a formar parte del debate político y la agenda mediática como pasó con el TTIP, principalmente porque el actual gobierno español está a favor de la firma del tratado, en varios países de Europa diferentes parlamentos y gobiernos se han visto obligados a hacerse eco de las críticas, sobre todo en cuanto al impacto en la agricultura, el medio ambiente y la emergencia climática.

Por eso, en el contexto de emergencia climática y ecológica en la que nos encontramos,  este estudio nos parece clave para visibilizar las consecuencias de este aumento de la demanda de intercambios de bienes naturales entre los dos continentes, como la tierra y el agua, haciendo patente que las políticas económicas nunca están al margen de la materialidad y de la naturaleza que las sostienen.

Queremos mostrar la contradicción entre los anuncios y declaraciones sobre políticas de reducción de emisiones y del Green New Deal de la Unión Europea, y el aumento constante de nuestra huella ecológica en el Sur Global en beneficio de las grandes empresas que dominan las cadenas de producción y distribución alimentaria en el mundo, en detrimento de las comunidades indígenas, de la vida y la economía del campesinado de ambas regiones, así como de los consumidores y las consumidoras.

El tratado supone abundar en las mismas matrices: el Mercosur acentuaría su papel de exportador de materias primas agropecuarias y Europa le vendería coches y otros productos industriales, desarticulando el tejido industrial interno de la región. A grandes rasgos, ganan las multinacionales de un lado y otro del Atlántico, pudiendo producir de manera deslocalizada, a gran escala y a bajo precio, pero a un alto coste humano y ambiental, tal como analizamos en este informe.

Esperamos que este informe sea útil para aportar más elementos al argumentario de los movimientos sociales y las organizaciones que, a uno y otro lado del Atlántico, seguimos promoviendo la crítica a estos tratados, y para impedir que prospere la ratificación del TCI UE-Mercosur. Ante los beneficios de las multinacionales, ¡exigimos poner a las personas y el planeta primero!

 

Descarga a través de este enlace el informe

Descarga a través de este enlace las infografías

 

**Este informe ha sido publicado con la colaboración de: Fundación Rosa Luxemburg – oficina de enlace en Madrid, el Ajuntament de Barcelona y la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo.