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“Las transnacionales siempre gozan de impunidad”

Entrevista a Pablo Fajardo, activista y abogado ecuatoriano

“Lo criminal del sistema es que le otorga a la moral de Chevron/Texaco más valor que a toda la Amazonía, a la salud de las personas y a los pueblos indígenas”.

Hace 5 años, la Corte Constitucional de Ecuador confirmaba en última instancia la histórica sentencia que obligaba a la petrolera Chevron (entonces Texaco) a indemnizar con 8.560 millones de dólares a la Amazonia ecuatoriana por verter lodos tóxicos sin control durante décadas. Es la multa más elevada a una transnacional por un delito medioambiental y supuso un gran hito para la defensa de los derechos humanos de los pueblos campesinos e indígenas ecuatorianos.
Sin embargo, este caso, liderado por el abogado Pablo Fajardo, se ve ensombrecido por el hecho de que la petrolera no solo no ha pagado una multa que permitiría reparar parte del daño hecho (hablamos de 450.000 hectáreas de bosque tropical amazónico y 30.000 víctimas) sino que continúa pleiteando contra Ecuador y amenazando a quienes lideraron la causa, utilizando como herramienta la llamada “arquitectura de la impunidad”, un entramado corporativo e institucional, que Fajardo nos explica en esta entrevista.

Pregunta: Visto desde la perspectiva de estos 30 años de causa judicial y 5 de la sentencia definitiva, ¿qué supuso para la lucha de la Amazonia ecuatoriana el ‘caso Chevron’?

Es uno de los precedentes más importantes del mundo, porque hasta esa fecha no existía una sentencia contra una transnacional de esta naturaleza. Devolvió la esperanza a los pueblos de acceso a la justicia y por eso queremos seguir trabajando para lograr que paguen y se repare la Amazonía. Pero somos conscientes de que el sistema que se ha creado de impunidad corporativa global es muy fuerte, muy poderoso y dificulta nuestro acceso a esta justicia.

P: ¿Cuáles son estas dificultades?

El ‘caso Chevron’ es uno de los reflejos más interesantes de la “arquitectura de la impunidad” y de cómo dejar en total indefensión a los pueblos. Nuestro caso lo planteamos en Estados Unidos pero Chevron dijo: “No me gustan las cortes norteamericanas quiero ser juzgada en Ecuador”. Posteriormente, en Ecuador, sus representantes legales dijeron: “No me gustan las cortes ecuatorianas, son corruptas, son débiles…”. Y les preguntamos: “¿Dónde quieren ser juzgados?” En el fondo Chevron quería que su crimen nunca hubiera sido juzgado y que nunca hubiera una sentencia condenatoria. Porque no existe una corte internacional que permita juzgar a una transnacional.

“El daño es real, es evidente…, a mí jamás nadie podrá decirme nunca que aquí no hubo un crimen que, 50 años más tarde, se sigue cobrando vidas humanas”.

P: A pesar de ello, los juzgaron y los condenaron.

Sí, finalmente hubo cuatro sentencias condenatorias de todas las instituciones jurídicas de Ecuador, hasta la Corte Constitucional del país. Porque el daño es real, es evidente…, a mí jamás nadie podrá decirme nunca que aquí no hubo un crimen que, 50 años más tarde, se sigue cobrando vidas humanas.
Pero tras la sentencia se activó toda la maquinaria de la “arquitectura de la impunidad” de la que hablábamos. Por una parte, toda una campaña mediática en contra nuestra y de Ecuador. Chevron contrató 2.000 abogados para que la defendieran y para atacar a quienes formamos parte de este proceso. En segundo lugar, se activó la protección de Estados Unidos hacia su empresa transnacional, Chevron Corporation. Y comenzó un ataque sistemático al gobierno ecuatoriano a través de los arbitrajes internacionales y un uso interesado del sistema financiero internacional que se traduce en que el Fondo Monetario Internacional le da créditos a Ecuador condicionados a que ayude a Chevron a salir de esta situación.

P: ¿Cómo se articula la “arquitectura de la impunidad”?

Es lo que han ido construyendo las transnacionales en los últimos 50 años, o incluso antes, con mucha astucia, utilizando todo el entramado de las empresas holding o auxiliares y los denominados paraísos fiscales, que no solo usan para evadir impuestos sino también para evadir responsabilidades.
En paralelo, se han ido aprobando tratados bilaterales de inversiones o tratados de libre comercio en los que ponen cláusulas y reglas al capital o al comercio que protegen las inversiones, pero dejan en indefensión a los pueblos víctimas de crímenes corporativos. Y se crea todo un sistema de arbitrajes internacionales que garantiza esa “seguridad a la inversión” pero desmantela los procesos judiciales de derechos humanos. Instituciones como Naciones Unidas, a través de los grupos regionales, también conforman esta arquitectura de la impunidad, así como los medios de comunicación serviles y parte del sistema académico y las universidades, que acaban investigando lo que conviene a quien financia la investigación.
Y finalmente, una pieza clave es todo el sistema financiero internacional, con el Fondo Monetario y el Banco Mundial, que conceden créditos condicionados. Todos esos elementos rigen el planeta y el entramado se cierra con las puertas giratorias ya que miembros de las empresas acaban formando parte de los gobiernos, supuestamente en cargos de control.
Chevron usa muchísimo los elementos de esta arquitectura de la impunidad y consigue exactamente eso: impunidad corporativa ante el crimen cometido en Ecuador.

P: ¿Cuánto ha pagado Chevron hasta la fecha?

No han pagado nada. Han utilizado todos los elementos de la arquitectura de la impunidad para ir demorando el proceso y, es más, hoy son ellos los que quieren que el Estado ecuatoriano les pague.
En junio de 2018, la Corte Constitucional de Ecuador, en ultimísima instancia, emitió la condena: una sentencia ejecutable, irrevocable y que contiene todos los elementos para exigir a Chevron que pague todo lo que debe a la Amazonia ecuatoriana. Pero, dos meses más tarde, en agosto, la empresa obtuvo un laudo arbitral de un panel de arbitraje internacional con sede en La Haya, y en ese laudo se disponen algunas cosas bastante aberrantes, como ordenar al Estado ecuatoriano que anule la sentencia de los demandantes del caso, es decir nosotros. ¡Imagínese, un panel de arbitraje le ordena a un estado soberano que anule una sentencia de la Corte Constitucional de un país! Es un abuso a la soberanía del Estado y rompe con la división de poderes.
Además, los árbitros añaden que si no se anula la sentencia, el Estado ecuatoriano debe impedirnos a los demandantes del caso que podamos ejecutar la sentencia en Ecuador o en cualquier parte del mundo.
Y le dicen al Estado de Ecuador que tiene que pagar a Chevron las costas judiciales y el daño moral que le han causado en estos 25 años de proceso judicial. Es brutal. Un Estado soberano, independiente, con un gobierno serio jamás acataría eso. Aquí han muerto miles de personas de cáncer, leucemia, hay pueblos indígenas extinguidos, una naturaleza devastada… Pero la moral de Chevron vale para ellos mucho más que toda la Amazonía, que toda la vida de la gente, que los pueblos indígenas.

“Lo que está en juego es que se establezca un precedente nefasto que juegue en contra de los derechos humanos en todo el planeta”.

P: ¿Cómo ha respondido el gobierno ecuatoriano ante este caso?

La Procuradoría de Ecuador, en vez de defender sus instituciones, ha terminado por defender los intereses de Chevron, el Estado ha sido capturado por una transnacional, puesto al servicio de gran una empresa y en contra de su propia población e instituciones. Es gravísimo, porque lo que está en juego no es solamente la Amazonía ecuatoriana, éste no es un caso solo de la Unión de Afectados y Afectadas por las Operaciones Petroleras de Texaco (UDAPT) en contra de Chevron. Lo que está en juego es que se establezca un precedente nefasto que juegue en contra de los derechos humanos en todo el planeta. Con esos antecedentes, en el futuro, ¿qué juez, en cualquier parte del mundo, se va a atrever a condenar a una transnacional?

P: ¿Tienen previstas nuevas acciones legales?

Tenemos varias acciones legales previstas, en otros estados y no descartamos interponer demandas ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos en contra del Estado ecuatoriano, por interferir en un proceso del cual no es parte. Estamos analizando todas estas posibilidades, pero otro gran problema es el económico porque los pueblos indígenas no tienen recursos.

P: La UDAPT participa en las conversaciones para un Tratado Vinculante de las Naciones Unidas para Empresas Transnacionales en materia de Derechos Humanos. ¿Cómo ha ido la octava conversación que tuvo lugar en el mes de octubre?

El reporte que me transmitieron mis compañeros es que va rumbo al abismo. No quieren un tratado vinculante para las transnacionales.

P: ¿Por qué sería tan importante avanzar en la consecución de este tratado?

Hasta ahora en el contexto global no existen reglas ni instituciones que permitan juzgar a las empresas trasnacionales cuando cometen una vulneración de derechos humanos. En las cortes internacionales o regionales se juzga a las personas o estados, pero estas empresas siempre gozan de impunidad.
Y estas corporaciones han ido crecido tanto que algunas son más grandes económicamente que muchos estados juntos. Y son las que más inciden en el calentamiento global, por ejemplo, y las que más vulneran los derechos de los pueblos indígenas, de la naturaleza, de la soberanía de los estados. Se espera que el tratado vinculante sea ese instrumento que acorte la gigantesca asimetría que existe entre transnacionales y derechos humanos.

P: ¿En qué momento se encalló el tratado o a qué puede deberse?

Las empresas han ido capturando el sistema global de derechos humanos, de los grupos regionales y del proceso del tratado vinculante en cumplimiento de la Resolución 26/09. Son muy fuertes en Naciones Unidas y ejercen una enorme presión. No tengo el dato actual, pero hasta hace unos años, cuando iba a Europa y visitaba la Unión Europea, me encontraba a más lobistas que eurodiputados. Y en la ONU ocurre igual, te encuentras más lobistas que delegaciones de los estados oficiales.
La Unión Europea en su discurso se vende como un grupo regional en el que se respetan los derechos humanos, la naturaleza y la vida, pero, en la práctica, sus transnacionales son las que destruyen gran parte del Planeta e inciden en la vulneración de derechos. Por eso, no quieren un tratado vinculante, al igual que EEUU, China,… Las grandes potencias, donde más se vulneran los derechos humanos, son las que más se oponen a su regulación.

Más info: Así apoya Entrepueblos a la UDAPT en Ecuador

Montse Barba, Comunicación Entrepueblos

Oferta de trabajo: Técnico/a de proyectos de educación y dinamización de la base social (Madrid)

Oferta de trabajo: Técnico/a de proyectos de educación para la justicia global y dinamización de la base social en Asociación Entrepueblos (Madrid)

Entrepueblos busca una persona técnica de proyectos para ejecutar un proyecto de educación al desarrollo financiado por el Ayuntamiento de Madrid “Acción por el clima: Ciudadanía global comprometida con la agenda 2030, el desarrollo humano y medioambiental sostenible y los valores de la Unión Europea en la ciudad de Madrid a través de la formación y la sensibilización para la sostenibilidad de la vida”, y realizar tareas de dinamización de las actividades de la organización territorial de Entrepueblos en Madrid, así como para participar en espacios de incidencia.

El proyecto a ejecutar, tiene entre sus actividades principales acciones de sensibilización, formación e incidencia social:

  1. Organización de la exposición fotográfica que versa sobre el papel de las defensoras en Guatemala y Honduras, revalorizando su figura ante la crisis climática, “Activistas por la vida”, sus materiales anexos, y las distintas actividades que conlleva durante el tiempo de exposición, estableciendo puentes con organizaciones de defensoras, solidarias, vecinales, juveniles,…
  2. Organizar y desarrollar la puesta en marcha de las Unidades didácticas de Activistas por la Vida y Emergencia Climática en la Comunidad de Madrid dirigida a IES y profesorado. Esta labor en su conjunto tiene, entre otros, un marcado carácter educativo, que puede ser desarrollado, tanto específicamente en el ámbito de la educación formal, como en el ámbito comunitario y social.
  3. Organización y ejecución de Jornadas Internacionales en torno a una sociedad global ambientalmente sostenible, reivindicando el papel de las defensoras de DH.
  4. Organización de un curso de formación especializada sobre instrumentos internacionales como garantes del cumplimientos de los DH y ambientales.

FUNCIONES, en coordinación directa con la organización territorial de Madrid, el área de Educación de Entrepueblos y la coordinación colegiada:

En relación con la ejecución de proyectos de educación en Madrid:

  • Coordinación, gestión y ejecución de las actividades previstas en los proyectos. Incluye organización de actos, eventos, visitas guiadas y talleres.
  • Coordinación y gestión de las acciones precisas con las entidades participantes: institutos, ayuntamientos, universidades…
  • Coordinación permanente con el área de educación y el de comunicación de la oficina técnica de Entrepueblos y las personas de la organización territorial de Madrid.
  • Consultas técnicas y relación con D.G. Cooperación y Ciudadanía Global del Ayuntamiento de Madrid, en relación al proyecto.
  • Participar en reuniones con otras entidades para la incidencia y/o campañas sobre alguna temática relacionada con los proyectos y las acciones previstas.
  • Elaboración de informes narrativos y financieros de seguimiento y finales, de acuerdo con la normativa del Ayuntamiento de Madrid. Aplicación y recopilación de registros para fuentes de verificación y evaluación: listados de asistencia, autorizaciones de uso de imagen, evaluaciones, fotografías…
  • Organización y facilitación de la documentación y contenidos para la elaboración de auditorías e informes de evaluación, de acuerdo con la normativa del Ayuntamiento de Madrid.
  • Elaborar las formulaciones de posibles proyectos de educación para el desarrollo de continuidad en las administraciones de la comunidad de Madrid.

En relación con la dinamización de las actividades de la organización territorial:

  • Elaboración y desarrollo inicial de un plan de trabajo junto con las socias de la organización territorial de Madrid orientado a aproximar personas voluntarias y socias en las acciones de sensibilización e incidencia social propias del quehacer de Entrepueblos, aprovechando el impulso del proyecto.
  • Coordinación, seguimiento y atención de las personas que colaboran de manera voluntaria en la Comunidad de Madrid.
  • Participar en actividades para la divulgación, sensibilización e incidencia relacionadas con las temáticas establecidas en la estrategia de Entrepueblos (feminismos, soberanías y DDHH y justicias), ya sean, reuniones, charlas, cursos, campañas,… aportando una visión crítica sobre las relaciones Norte-Sur, los desequilibrios internacionales, así como sus causas inmediatas y profundas y de sus movimientos emancipatorios.
  • Gestionar posibles giras de defensores y defensoras de América Latina en la comunidad de Madrid.
  • Velar por que en todas las iniciativas, materiales y actividades a desarrollar en su ámbito se contemple la perspectiva feminista.
  • Facilitar contenidos del proyecto y de las actividades desarrolladas al área de comunicación, para que puedan ser difundidas.

PERFIL REQUERIDO:

FORMACIÓN:

  • Titulación de Grado, Diplomatura o Licenciatura preferentemente en los ámbitos de ciencias sociales.
  • Formación complementaria en Cooperación al desarrollo y en Educación social (o similar).
  • Formación específica en género, derechos humanos y medio ambiente.

COMPETENCIAS Y EXPERIENCIA:

  • Formación y experiencia en la gestión de proyectos de educación para el desarrollo (formulación, ejecución, gestión y justificación) y difusión de los mismos.
  • Capacidad de organización, gestión, planificación y trabajo en equipo.
  • Experiencia en el ámbito asociativo y/o de movimientos sociales.
  • Experiencia en dinamización de grupos y colectivos diversos.
  • Experiencia de gestión en la gestión de cursos y talleres formativos, y de acciones de sensibilización cómo exposiciones.
  • Dominio de informática a nivel de usuario (Excel, Word y Power Point) y manejo de redes sociales.
  • Dominio del castellano (oral y escrito).
  • Poseer al menos dos años de experiencia en funciones similares a las descritas.

SE VALORARÁ:

  • Experiencia en el campo de los DDHH, feminismos y medio ambiente.
  • Formación y experiencia en el uso de metodologías participativas y conocimientos de herramientas de educación popular.
  • Experiencia de gestión de voluntariado en entidades de carácter social.
  • Creatividad, proactividad, trabajo en equipo, autonomía, optimismo, fiabilidad técnica y personal, prudencia, capacidad de organización, flexibilidad y adaptación al cambio.
  • Vinculación a activismos en la comunidad de Madrid.

CONDICIONES:

  • Dedicación estimada de 30 horas/semana y salario según baremo interno.
  • Incorporación: Inmediata. Enero 2023
  • Lugar de trabajo: Madrid, con posibles desplazamientos a la oficina técnica de Barcelona.

DOCUMENTACIÓN PARA PRESENTAR CANDIDATURAS:

Las personas interesadas deberán enviar un correo electrónico a ep.madrid@entrepueblos.org, indicando en el asunto “Técnica/o de educación Madrid” antes del próximo 5 de enero de 2023.

Es necesario adjuntar la siguiente documentación:

– Carta de motivación (300 palabras máximo).

– Curriculum Vitae actualizado.

Deberá indicar dos contactos de referencia de los últimos trabajos realizados (nombre, organización, puesto y teléfono del contacto).

Se convocará a las personas preseleccionadas a una entrevista y prueba de selección.

Descarga a través de este enlace toda la información

Homenaje a Josep Cabayol, periodista, activista y amigo de Entrepueblos

Pep Cabayol, nos dejaste muy pronto este pasado mes de agosto (2022) y desde Entrepueblos queremos hacerte un reconocimiento por todo el trabajo que has desarrollado, ya sea como periodista, en varios medios de comunicación, como director y productor de documentales, como activista impulsor de muchos procesos de denuncia, resistencia y resiliencia en torno al derecho a la información, el derecho la salud, la migración y el derecho a movimiento, el derecho a la vivienda y el cambio climático. Fuistes un visionario y una persona con un fuerte compromiso social muy implicado en diferentes movimientos sociales.

Querríamos agradecerte el privilegio que hemos tenido de trabajar contigo y las compañeras y compañeros de SICOM durante unos cuántos años en la coproducción de documentales. Nos queda como legado, una obra inmensa con un trasfondo de pensamiento crítico y de capacidad de adaptación a los nuevos retos que día a día afrontamos, pero, sobre todo, muchas horas de trabajo compartiendo la pasión radical por la verdad, por la humanidad, la natura y contra todo tipo de injusticias y vulneración de derechos humanos.

Todos estos documentales coproducidos y compartidos nos han permitido conocer muchas entidades, colectivos en todo el territorio de Cataluña, pero también del Estado Español y otros países de todo el mundo. El mejor reconocimiento que te podemos hacer es compartir con toda la gente que nos sigue este legado compartido:

“50 GRADOS”. DOCUMENTAL PARA HACER FRENTE LA EMERGENCIA CLIMÁTICA (2021).

“50 GRADOS” ofrece una visión sobre que supone el cambio climático y las amenazas que se derivan: aumento de la temperatura, del nivel del mar, de la intensidad y frecuencia de las tormentas, debate territorial, energía, alimentación, procesos de retroalimentación, puntos de no retorno, migraciones climáticas.

Expone un conjunto de elementos para entender la necesidad de tomar medidas urgentes por el cambio de modelo cultural, educativo, social, económico, entre otros, que necesitamos hacer en un planeta con recursos limitados y finitos.

En este sentido, desde Entrepueblos, tanto en el ámbito de cooperación internacional como de Educación para la Justicia Global a nuestro país, trabajamos junto con Sicom y otros colectivos y movimientos por la justicia climática, desde los feminismos, los ecologismos y la defensa de derechos, haciendo mención a las personas y colectivos del Sur Global.

Un documental coproducido por SICOM y ENTREPOBLES, en el que participan y colaboran científicas, expertas, activistas, campesinas, etc. que aportan sus conocimientos y experiencias, yendo más allá del clima, incorporando y visibilizando que cuando hablamos de cambio climático nos tenemos que referir a una amplia diversidad de causas y consecuencias, que ya hace muchos años que se están haciendo patentes, como es el caso del informe de 1972 ‘Los límites del crecimiento’.

“DESCENDENTS”. DOCUMENTAL SOBRE LAS ADVERSIDADES VIVIDAS POR JOVENES DESCENDIENTES DE FAMILIAS MIGRANTES. (2020)

¿Y tú de dónde eres? Una pregunta que deben responder los y las protagonistas, hijos e hijas de personas migrantes africanas, asiáticas, latinoamericanas que vinieron a Cataluña y que ahora forman parte activa de la comunidad catalana. Un cuestionamiento constante, tanto a nivel institucional como social.
Para muchas de estas personas descendientes, nacer en el Estado Español no se traduce en una obtención automática de nacionalidad, no tienen derecho a voto, no tienen acceso a trabajos públicos. Nacer aquí es sobrevivir entre prejuicios raciales, de exclusión, falta de referentes, violencia de género … es la búsqueda constante de una identidad propia que bascula entre dos culturas con el racismo, el clasismo y el machismo del entorno.

Un documental de SICOM y ENTREPUEBLOS que visibiliza todas estas adversidades vividas en primera persona por estas y estos jóvenes y, sobre todo, su capacidad para transformar estas realidades haciendo de la diferencia y la diversidad un valor.

“MI PIEL”. DOCUMENTAL RELATO DE 8 MUJERES MIGRANTES. LIBERTAD SIGNIFICA MOVIMIENTO. (2018).

Es el relato de ocho mujeres valientes con raíces, identidades, orígenes y saberes diferentes. Mujeres que han vivido la experiencia del proceso migratorio en primera persona. Mujeres que han dejado su país en busca de un futuro en Europa. Mujeres que tienen que afrontar un mar de “fronteras invisibles”, debido a los incumplimientos de los Estados miembros de la UE a las políticas migratorias.

Un documental realizado por  SICOM y ENTREPUEBLOS, en colaboración de organizaciones feministas, organizaciones de mujeres migrantes, organizaciones de acogida, que reflexiona sobre la migración, sobre el derecho a migrar, poniendo el foco en la acogida y desde la experiencia de las mujeres como supervivientes de una doble discriminación, migrante y mujer. Que denuncia las devoluciones en caliente y a favor del cierre de los CIES. Una mirada que pone el focus en la frontera sur melillense y Ceuta, que ha acontecido un espacio de grave vulneración masiva de DDHH.

“PAPILOMA: LAS MUJERES TENEMOS QUE DECIDIR”. DOCUMENTAL SOBRE LA VACUNA. (2016).

Este documental “Papiloma las mujeres hemos de decidir” fue posible gracias al trabajo de las entidades coproductoras CAPS, SICOM y ENTREPUEBLOS. Sinergias desde el ámbito de la salud, la comunicación, la cooperación solidaria y la educación transformadora. Un reconocimiento explícito de las mujeres y las niñas como sujetos activos de su propia salud, un rechazo a la patologización del cuerpo de las mujeres y la consiguiente medicalización de sus vidas.

“Papiloma, las mujeres tenemos de decidir” es el resultado de un trabajo de investigación sobre las vacunas del VPH que actualmente se administran de forma generalizada. Han colaborado profesionales de la salud, investigadores científicos, activistas para la salud pública, activistas feministas, asociaciones de madres y padres, asociaciones de afectadas, y responsables de instituciones públicas de la salud, entre otros. Una herramienta de reflexión y debate crítico con el objetivo de que la ciudadanía tenga todos los elementos para decidir.

Declaración conjunta con motivo del Día Internacional del Migrante

Desde Entrepueblos, como asociación que forma parte de la Marcha a Bruselas, nos sumamos a esta declaración conjunta con motivo del Día Internacional del Migrante.

Nosotras, organizaciones, colectivos y redes comprometidas con los derechos de las personas exiliadas y habiendo participado en los encuentros y movilizaciones transnacionales de la Marcha a Bruselas de septiembre 2022, publicamos este comunicado conjunto con motivo del Día Internacional de las personas migrantes este 18 de diciembre.

En el Estado Español, seguimos denunciando que el gobierno del Estado se niega a asumir sus responsabilidades por las decenas de muertes el 24 de junio en la frontera de Marruecos con Melilla, alguna en territorio bajo responsabilidad española, y refuerza la colaboración con la monarquía marroquí y otros Estados africanos en la represión de las personas migrantes. Estas políticas, que confirman la voluntad de nuestro gobierno y el conjunto de gobiernos de la Unión Europea de restringir el acceso a los derechos y criminalizar a los exiliados privados de permiso de residencia provoca centenares o miles de muertes en los trayectos y situaciones de explotación laboral y de todo tipo de las personas en situación irregular y que el gobierno se niega a regularizar.

Lo anterior se inscribe en una tendencia mundial hacia el endurecimiento de las políticas de control y clasificación de la inmigración, cueste lo que cueste. A punto de celebrarse el 18 de diciembre, compartimos esta constatación: el año ha vuelto a estar marcado por la restricción de derechos, la criminalización, las expulsiones y la violencia cotidiana contra las personas que se desplazan y permanecen en el país de forma ilegal; por nuevas muertes y desapariciones en las fronteras, desde América Central hasta los Balcanes, pasando por el Sahara y el Mediterráneo. El pasado 24 de junio, en Marruecos, 27 personas murieron, cientos de heridas, decenas de detenidas y desaparecidas en su intento de cruzar la barrera de Melilla: el mayor número de muertos jamás registrado en esta frontera terrestre.

El 2 de noviembre se renovó automáticamente el acuerdo entre Italia y Libia para evitar la migración en el Mediterráneo central, y con él el sistema de interceptación de migrantes, tráfico y tortura documentado desde hace años. Mientras tanto, el despliegue de Frontex continúa en los Balcanes o en África, a pesar del cuestionamiento de la agencia por parte de la OLAF y de muchas organizaciones. La agencia también está presente en la costa del Mar del Norte, mientras un informe condenatorio señala las responsabilidades de los servicios de rescate franceses y británicos en el naufragio del 24 de noviembre de 2021 en el Canal de la Mancha. Las muestras de solidaridad con las personas que huyen de la guerra en Ucrania, que podrían haber suscitado la esperanza de una mejor acogida para todos y todas, han resultado ser selectivas, dando claro testimonio del racismo y del oportunismo político y económico que subyace en las políticas migratorias de la Unión Europea y sus Estados miembros.

 Exigimos el fin inmediato del régimen fronterizo represivo y la aplicación de políticas migratorias basadas en el respeto de la dignidad humana y la igualdad de derechos.

Así, desde el nivel local hasta el transnacional, se organiza la solidaridad y se refuerzan las alianzas entre colectivos de migrantes, personas y asociaciones solidarias, sindicatos y autoridades locales. Estas luchas adoptan muchas formas: asistencia y resistencia a lo largo de las rutas migratorias, movilizaciones de personas privadas de permiso de residencia para su regularización, campañas contra la explotación colonial de los recursos y las poblaciones del Sur Global, acompañamiento jurídico contra la criminalización de la migración y la solidaridad, defensa contra el confinamiento y las deportaciones… La solidaridad también se organiza para recordar, junto a sus familiares, a las personas desaparecidas en las rutas terrestres y marítimas mediante “conmemorAcciones”. Por último, nuestros movimientos trabajan para construir alternativas y promover políticas basadas en los derechos humanos, políticas de acogida dignas y sostenibles. En respuesta al Pacto Europeo sobre Migración y Asilo, que sólo avala una lógica de rechazo y negación de derechos, Numerosas organizaciones reclaman un Pacto mundial de solidaridad.

Así, en vísperas del 18 de diciembre, denunciamos alto y claro las políticas represivas que se obstinan en poner en marcha muchos Estados, con la complicidad de empresas de seguridad y armamento y organismos internacionales, desafiando los derechos más fundamentales y decenas de miles de vidas humanas. Exigimos el fin inmediato del régimen fronterizo represivo y la aplicación de políticas migratorias basadas en el respeto de la dignidad humana y la igualdad de derechos.

Más información sobre la Marcha a Bruselas.

Comunicado violencia Perú

Actualización: Sobre los lamentables hechos de los últimos días en Perú

Desde la Coordinadora de Entidades Extranjeras de Cooperación Internacional (COEECI), que agrupa a 51 organizaciones civiles de cooperación internacional, entre ellas Entrepueblos, que trabajamos en Perú, al amparo de los tratados de derechos humanos (DDHH) y demás leyes internacionales, expresamos nuestra profunda tristeza y preocupación por la irreparable pérdida de vidas humanas y la grave situación que atraviesa el país.

Como miembros de la sociedad civil internacional, hacemos un llamado a las autoridades de cumplir con sus obligaciones en materia de derechos humanos, y en particular:

  1. Garantizar el cese inmediato de la represión desproporcionada contra la protesta social y el uso excesivo de la fuerza por parte de agentes públicos, garantizando en todo momento el respeto de los derechos humanos de los/as manifestantes, y en particular, su integridad personal. Asimismo, hacemos un llamado a la ciudadanía a ejercer su derecho a la protesta de manera pacífica y sin violencia.
  2. Reanudar inmediatamente el diálogo público y transparente en todas las regiones del país afectadas por la violencia, con los representantes de los Poderes Ejecutivo y Legislativo, priorizando las demandas de sus comunidades. La instauración acelerada de estados de emergencia, en vez del diálogo, suele ser ineficaz para restaurar la paz social, y más bien crea escenarios propicios para la violencia que provoca la pérdida invalorable de vidas de civiles y policías. Por lo tanto, sugerimos que se revisan las estrategias para la gestión y resolución de conflictos, para no seguir enlutando y polarizando a nuestra sociedad.
  3. Investigar con celeridad, imparcialidad y exhaustividad las denuncias de violaciones de derechos ocurridas en el contexto de esta crisis, con especial énfasis en los hechos que han resultado en personas fallecidas y heridos de gravedad, entre ellos, niñas, niños y adolescentes.

Junto con las organizaciones defensoras de los Derechos Humanos de la sociedad civil peruana, la COEECI y las organizaciones que la conforman seguiremos vigilando el desarrollo de esta crisis extrema, esperando que sea solucionada muy pronto en beneficio de todo el pueblo peruano.

Lima, 13 de diciembre del 2022

 

*Miércoles, 13 de diciembre: Entrepueblos se suma también al comunicado de la Plataforma Europa Perú, que puedes leer aquí, y pide que el Estado peruano garantice el respeto a los derechos humanos
de todas y todos los peruanos, y que investigue de manera imparcial e inmediata toda denuncia de violaciones de derechos humanos que se hayan dado durante la crisis actual.

*Viernes, 15 de diciembre: Nos adherimos al comunicado del Foro de ONG’s Españolas y solicitamos el cese de la represión desproporcionada contra la protesta social, las detenciones arbitrarias y el uso excesivo de la fuerza por parte de agentes públicos, garantizando en todo momento el respeto de los derechos humanos de los/as manifestantes.

Oscar Recinos: ‘La agroecología es básica para la soberanía de El Salvador’

 

Artículo publicado el día 29 de noviembre de 2022  en la Revista Nexe 

La Federación de Cooperativas de la Reforma Agraria de la Región Central (FECORACEN) del país centroamericano trabaja con las comunidades y cooperativas para promover y fortalecer la agroecología como vía de desarrollo local.

“Soy Oscar Recinos, tengo 55 años, soy campesino, gerente de la Federación de Cooperativas de la Reforma Agraria de la Región Central (FECORACEN) y miembro de la comisión política de Vía Campesina en El Salvador. Para mí, “el cooperativismo es una alternativa social, incluso cultural, que permite integrarlo todo para mejorar la vida de las comunidades”. Así se presenta este especialista en cooperativismo y agronegocios, que ya acumula treinta años de experiencia como activista, luchador social y defensor de los derechos del campesinado de El Salvador.

El Salvador, el país más pequeño de Centroamérica, es conocido para tener una alta susceptibilidad ante acontecimientos climáticos y una problemática multidimensional donde se mezcla la desigualdad social y económica; la desocupación; la migración; la violencia social; el crimen organizado; el machismo y una elevada presión sobre los recursos naturales. Factores, todos ellos, que durante la pandemia de la COVID-19 se han visto agraviados.

Según Oscar Recinos, las prioridades del Gobierno de Nayib Bukele, presidente del país desde 2019, no están en focalizados en la agricultura, sector que se ha visto afectado por el cierre de los programas que ayudan la agricultura familiar, la acuicultura y el desarrollo rural. “No hay planes estatales por el sector agrario, y los créditos bancarios que se han establecido, acaban en manos de las grandes empresas, mientras que por los pequeños agricultores el acceso es muy limitado”.

Tampoco la pandemia no ha permitido mejorar la situación del campesinado. Más bien al contrario: en lugar de adquirir los productos de las familias campesinas, el Estado se dedicó a comprarlos al extranjero. Un hecho que, según Recinos, ha agraviado el abandono que sufren los pequeños y medios agricultores por parte de la administración.

Por el veterano cooperativista y activista social, El Salvador ha acontecido un país “bastante atrasado”, en que se ha priorizado la política de importación y se ha abandonado la agricultura. Una situación que, a parecer suyo, solo se resolverá si el Estado destina las ayudas necesarias para que el sector no caiga en manos de las compañías que conciben la producción de alimentos como una mercancía.

Ante esta problemática, Recinos explica que el objetivo de FECORACEN es impulsar la producción local desde una mirada ecológica, teniendo en cuenta que “el producto es mucho más sano, menos contaminado y menos nocivo para la salud”, afirma. Para lograr este objetivo, la entidad ha definido cuatro líneas de trabajo, como son la incidencia en políticas públicas, la transformación agropecuaria, la soberanía alimentaria y el enfoque de la actividad con perspectiva de género y orientado especialmente a la juventud. Alrededor de estos temas, establece colaboración con las comunidades y el conjunto de cooperativas, a quienes proporciona asesoramiento técnico en producción y gestión jurídica, y forma en agroecología, género, juventud y masculinidades.

En torno a la formación, Oscar Recinos señala que se ha hecho una gran labor, puesto que se desarrollan cursos destinados a chicos y chicas que tienen lugar, por un periodo de uno o dos meses, en una escuela ecológica. Por el representante de FECORACEN, con esta formación, los participantes conocen el proceso de transición que tiene que llevar a sustituir los productos nocivos a aplicar la agroecología: “Esta cuestión, y las que hacen referencia a la soberanía alimentaria, el cooperativismo y el papel de las mujeres y de la juventud, son fundamentales en orden a construir un país mejor para todo el mundo”.

También, en referencia a las masculinidades, Recinos apunta que las formaciones han permitido a los jóvenes darse cuenta de que las relaciones patriarcales son nocivas y no benefician a la sociedad salvadoreña. “Aprenden a tener otra visión de cómo tienen que ser las relaciones entre hombres y mujeres”, indica. Mientras que, en términos de cooperativismo, defiende que es crucial trabajar en colectividad y que “es interesante y gratificante hacerlo en esta dirección”, puesto que, “el sistema capitalista nos enseña el individualismo y que tienes que salir a triunfar, cuando lo más gratificante es que un colectivo busque el bien común”, dice Recinos.

Para avanzar hacia este horizonte, el gerente de FECORACEN cree necesario empoderar tanto las cooperativas como las comunidades en soberanía alimentaria y agroecología, de forma que adquieran la capacidad de producir sus propios alimentos en sistemas diversificados, “No podemos limitarnos a la producción de alimentos con carbohidratos, sino también con proteínas, las cuales son las que garanticen una buena de las comunidades”, comenta Oscar Recinos. Y esto, según insiste, pide ayudas al campesinado para que pueda alcanzar en la población, pero también al conjunto del mercado con sus propias semillas.

Oscar Recinos pone especial énfasis al ayudar los productores y productos para que puedan producir sus alimentos de acuerdo con la cultura que emana de los territorios. Al final, considera que “es un derecho de los pueblos tener acceso a la alimentación, y más en El Salvador, donde el problema no es la carencia de alimentos, sino el acceso a estos”, razón por la cual reclama que las instituciones vean en el campesinado un actor clave por el desarrollo de la economía local.

Según Recinos, por ahora, solo pueden acceder a los alimentos básicos las personas con poder adquisitivo, no quienes no tienen”, de aquí que, desde la Federación, se insta continuamente en el Estado a establecer planes que facilite a los productores y en el campesinado el uso de la tierra, el agua y el resto de recursos naturales. “Es básico que gire la mirada hacia el sector cooperativista, porque si bien tenemos tierras, no podemos producir por la falta de recursos” añade.

A propósito de esto, desde FECORACEN plantean la agroecología como una alternativa real que, más allá de garantizar el abastecimiento alimentario, supone la apuesta política por un modelo de producción que prioriza la diversidad ante el monocultivo. “Defendemos la agroecología porque es rentable y, a través del cooperativismo, permite fortalecer la economía local y transitar hacia el desarrollo social y ambiental de las comunidades”, concluye Oscar Recinos.

Pepa Roselló, técnica de Comunicación de Entrepueblos

Gracias por tu amistad y tu compromiso incansable, ‘Pato’

Esta noche nos ha dejado nuestro compañero Patricio Realpe, ‘Pato’, con su cámara, su gran corazón y su vitalidad. Fotógrafo incansable, su compromiso le llevó a poner luz en los márgenes, allá donde habitan las y los invisibles, buscando que el mundo se volteara a ver.

‘Pato’, tu ausencia nos deja un poco más huérfanos. Seguiremos caminando, siempre a tu lado.

 *‘Pato’ ha colaborado en mil ocasiones con Entrepueblos, aportando sus conocimientos como fotógrafo y editor gráfico, por ejemplo en los Boletines del Cambio Climático de 2007, una publicación pionera en la defensa de la justicia climática.

Manifiesto #25N ¡Construyamos colectivamente territorios libres de violencias patriarcales!

Desde Entrepueblos-Entrepobles-Entrepobos-Herriarte, este 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de las Violencias hacia las Mujeres y las Niñas, nos sumamos al llamamiento de las organizaciones feministas a nivel internacional que:

  • Visibilizan sus reivindicaciones para un cambio social estructural y apelan al compromiso y a la corresponsabilidad de toda la sociedad para erradicar las violencias machistas.
  • Denuncian la insuficiente acción de los gobiernos y sus políticas públicas en el ámbito de la prevención, acompañamiento, protección y reparación para un abordaje integral feminista de les violencias machistas.

Las violencias machistas (también violencias patriarcales) son la más grave, sistemática e impune vulneración de los Derechos Humanos. La complejidad de las violencias machistas se sostiene en estructuras patriarcales inscritas profundamente en cada persona, pero, sobre todo, en las relaciones comunitarias y en todas sus instituciones, tanto públicas como privadas.

La cultura machista y patriarcal alienta, estimula y consiente el uso de la violencia contra las mujeres, contra sus hijas y sus hijos, y contra las identidades disidentes y personas no binarias, como ejercicio de poder y dominio. Una cultura que legitima y perpetúa esta violencia a partir de diversos sistemas y espacios: incremento de la violencia institucional, la categorización de los cuerpos y las vidas, la subordinación de unos cuerpos y unas vidas sobre otras, la apropiación del cuerpo y la sexualidad femenina, los vínculos amorosos subordinados, la feminización de la pobreza, la imposición de normas estéticas imposibles, los mandatos heteronormativos, los racismos, los clasismos, la normatividad funcional, y tantos otros. Las violencias machistas tienen muchas formas y el impacto en las vidas de quienes la sufren en su propia piel depende, en gran medida, de la garantía de acceso a derechos básicos para su reparación.

De todas las formas de violencia machista, las violencias sexuales son las más prevalentes, las más invisibilizadas y las más naturalizadas. Constituyen un componente central del patriarcado, estando más relacionadas con el ejercicio del poder que con el sexo.

Los movimientos feministas de todo el mundo se han rebelado contra este poder patriarcal, han señalado las causas y las consecuencias de las violencias machistas y han identificado las diversas expresiones en todos los ámbitos en que ocurren (familiar, de la pareja, social o comunitario, laboral, educativo, digital o político). Todas ellas son expresión de un ataque a la libertad del cuerpo y de la vida de las mujeres, y son estructurales del sistema heteropatriarcal, capitalista, militarista, racista y colonial. Las organizaciones feministas han generado una oleada de sororidad para reconocer la voz de las mujeres que denuncian y acompañarlas en sus procesos de recuperación y reparación.

Manifestación contra las Violencias Machistas. Foto: Raquel García/Unplash

En el estado español estamos asistiendo estos días a una avalancha mediática de críticas a la Ley de Garantía Integral de Libertad Sexual (Ley del ‘Solo sí es sí’). Una falsa alarma social en la que no se ha profundizado sobre los contenidos de la ley en relación con la prevención y reparación de las supervivientes de violencias machistas. Es necesario que la sociedad entienda la necesidad de un cambio de paradigma, para centrar los esfuerzos en las mujeres supervivientes de violencia sexual, y que penas de cárcel más altas no responden a la idea de una justicia feminista.

Para salir de estas lógicas necesitamos profundizar acerca del concepto de justicia feminista, fortaleciendo nuestros vínculos y lazos sociales como clave para pensar alternativas posibles. Necesitamos una mirada más integral sobre la autonomía de las mujeres, incorporando la autonomía reproductiva, la autonomía subjetiva y la inviolabilidad de su cuerpo como entramados indisolubles.

EXIGIMOS políticas de prevención y reparación, las cuales tienen que estar suficientemente dotadas de recursos económicos y requieren de la máxima colaboración y cooperación interinstitucional e intersectorial.

EXIGIMOS la garantía de todos los derechos que se ven vulnerados con las violencias sexuales: desde el derecho a la seguridad al derecho a la integridad física y psicológica, pasando por el derecho a la salud y el derecho a la educación.

Campaña de Demus Perú por el 25 de noviembre 2022.

Campaña de Demus Perú por el 25 de noviembre 2022.

 

En Entrepueblos-Entrepobles-Entrepobos-Herriarte manifestamos nuestro compromiso desde una perspectiva de cooperación feminista internacionalista:

  1. DENUNCIAMOS, como una de las consecuencias de las violencias patriarcales, la criminalización de mujeres defensoras de derechos humanos en Abya Yala. La criminalización es consecuencia del avance del neoliberalismo, del desarrollo capitalista voraz, de los gobiernos corruptos, autoritarios y conservadores de sus países, del desempeño de las empresas del norte global que allí operan, con la complicidad de sus países de origen, así como de las violencias estructurales racistas y misóginas que siguen imperando. Los feminicidios territoriales, la violencia sexual, la estigmatización y la criminalización son múltiples, orquestadas desde gobiernos y sistemas policiales y parapoliciales, en connivencia con campañas de medios de comunicación, al servicio de empresas extractivistas y gobiernos, que gozan de total impunidad, dificultando el acceso a la justicia de las mujeres defensoras, quienes ponen sus cuerpos y exponen sus vidas por la defensa de los bienes comunes.
  2. APOYAMOS redes de solidaridad internacional feminista que permitan sostener, visibilizar y abrazar las luchas de nuestras compañeras del Abya Yala contra las violencias patriarcales y la criminalización de las defensoras de derechos humanos.
  3. DENUNCIAMOS que la frontera es el método decisivo para convertir la fuerza de trabajo en mercancía. Lo que quiere verdaderamente el mercado son personas con capacidad de producción asustada y clandestina, y la Ley de Extranjería promueve esa situación de miedo y de clandestinidad, al servicio de la agricultura, la industria o el trabajo del hogar y los cuidados.Las trabajadoras migradas en el campo sufren explotación laboral, cargada de estereotipos racistas y machistas, llegando en ocasiones a los abusos sexuales (recientemente denunciadas en la región de Murcia, o durante la recogida de la fresa de Huelva). Se les exigen favores sexuales a cambio de no perder su puesto de trabajo. Así las trabajadoras más pobres, racializadas y con hijos e hijas en sus países de origen, soportan, además de condiciones de vida infrahumanas (infravivienda, hacinamiento, falta de agua, luz,…) acoso sexual, que les impide el acceso a los mínimos derechos humanos para el desarrollo de sus vidas en nuestra sociedad.
  4. APOYAMOS a las organizaciones de mujeres migradas y refugiadas en sus reivindicaciones por la regularización de las personas migrantes, por la derogación de la Ley de Extranjería y contra las políticas migratorias en las fronteras que ejercen una gran violencia sobre las mujeres migradas y refugiadas, subordinando sus vidas al patriarcado.
  5. DENUNCIAMOS la precariedad y exclusión social, que no contribuyen a la erradicación de las violencias machistas. En situaciones de vulnerabilidad, las violencias machistas tienen un impacto tremendo sobre las mujeres, ya que no poseen la autonomía económica que les permita poder salir de la situación de violencia. Por otro lado, sobrevivir a situaciones de violencia machistas es uno de los factores que pueden llevar a las mujeres a situaciones de pobreza y exclusión social.El riesgo de exclusión social en España es muy superior a los países de su entorno. Además, hay que tener en cuenta el impacto de la pandemia COVID 19, que desplomó la actividad económica durante 2020 y parte de 2021. El sinhogarismo, generado por causas económicas, políticas y sociales, dificulta a las personas el acceso a derechos básicos como la vivienda o el empleo, y afecta cada vez más a las mujeres.Según cifras de la Organización de Naciones Unidas, el 70% de las personas pobres en el mundo son mujeres. Es alarmante ver que una de cada cinco niñas en el mundo sufre de pobreza extrema. Es decir, está por debajo del umbral de pobreza.
  6. EXIGIMOS políticas públicas que pongan la vida en el centro, contra la pobreza y la exclusión social, con una asignación presupuestaria que garantice una vida digna para las mujeres.
  7. APOYAMOS las redes de acompañamiento comunitario y apoyo mutuo para mujeres en situaciones de vulnerabilidad y de violencias machistas.
  8. DENUNCIAMOS los asesinatos y persecución de las mujeres en Irán. El asesinato de la joven Mahsa Amini, detenida el pasado 13 de septiembre en Teherán por la denominada policía de la “moral” iraní al no llevar correctamente puesto el hiyab, ha desatado una ola de protestas en Irán. Las mujeres y los jóvenes han desafiado al régimen y su política restrictiva y patriarcal. El uso del velo está en el centro de los debates, pero el régimen iraní tiene muchos otros asuntos que pueden minar su supervivencia.Este tipo de persecuciones y discriminaciones hacia las mujeres constituyen una grave violación a los derechos humanos, que en ocasiones las obligan a escapar de sus países de origen y convertirse en refugiadas.
  9. EXIGIMOS garantizar los derechos de la Ley de Asilo de España, norma reguladora del derecho de asilo y protección subsidiaria, que señala explícitamente que la persecución por motivos de género está reconocida como causa de asilo. La equidad de género es un derecho humano fundamental que debe garantizarse en cualquier lugar del mundo.

En este 25 de noviembre las resistencias feministas se expresan en todo el mundo y están más vivas que nunca. Queremos sentir especial cercanía con las gentes de Centroamérica, Palestina, Ucrania, Irán, Rojava, Afganistán,… Sentimos los latidos de las mujeres que defienden la vida y la libertad en todo el mundo porque son también nuestros latidos. 

 

Cruïlles de Vida: Buscamos alternativas feministas, de justicia climática y de educación ante las crisis superpuestas.

Desde Entrepueblos y el Observatorio DESC a través de este proyecto de “Cruïlles de Vida” queremos ofrecer alternativas políticas, sociales, ecologistas y feministas a las cuatro vertientes más importantes de las crisis superpuestas: la crisis social, la crisis económica, la crisis de las curas y la emergencia climática.

Pero… ¿Qué entendemos por crisis superpuestas?

Hace tiempo que hablamos de un contexto de crisis global que enmarca las relaciones Norte Global-Sur Global y que ahora está marcado por la crisis sanitaria y la crisis de curas.

La crisis sanitaria ha agraviado la crisis global, con este contexto actual se ha acentuado la crisis de curas, a la vez que ha visibilizado su esencialidad con dos regiones, acentuando el ascenso de un movimiento feminista-tanto en América Latina, como casa nuestra-, con creciente influencia social y política.

Además, la emergencia climática y ecológica tiene efectos diferenciados Norte-Sur basados en lógicas extractivistas, de dominación, explotación y desposesión de bienes naturales. Esta realidad y asimetría se tiene que ver y afrontar dentro de un sistema capitalista, patriarcal, racista y extractivista.

¡Por eso, Globalizamos alternativas feministas y climáticas!

Queremos promover una ciudadanía consciente, informada, crítica, movilizada y responsable, local e internacionalmente ante las crisis superpuestas y las vertientes, desde una perspectiva ecologista, feminista, de justicia social y defensa de los DDHH.

Queremos generar herramientas y espacios de reflexión, intercambio y acción en red de la ciudadanía organizada en Cataluña, conectada con el Sur Global, para fortalecer la resiliencia social, incidir en la coherencia de las políticas públicas y construir alternativas en tiempos de crisis.

A través de este enlace podrás entrar a la web de “Cruïlla de Vides” y conocer el proyecto desde dentro, además de recursos interesantes.

 

Por una ley que exija obligaciones extraterritoriales a las grandes empresas

Por qué la diligencia debida no va a servir para acabar con la impunidad de las violaciones de los derechos humanos cometidas por las transnacionales españolas

En las últimas décadas, la regulación de los impactos de las actividades de las empresas transnacionales sobre los derechos humanos y el planeta ha sido una cuestión central en la agenda de numerosas organizaciones indígenas, campesinas, sociales, ecologistas, sindicales y de cooperación en todo el mundo. El avanzar en el establecimiento de mecanismos para controlar y castigar los abusos cometidos por las grandes corporaciones, impedir la impunidad y evitar su repetición se ha convertido en uno de los grandes desafíos actuales para la humanidad.

Desde el discurso de Salvador Allende en la Asamblea General de las Naciones Unidas el 4 de diciembre de 1972, en el que denunció el poder de las corporaciones transnacionales, hasta el instrumento internacional jurídicamente vinculante, sobre el que se viene debatiendo en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU desde que en 2014 se aprobara la resolución 26/9, o la propuesta de directiva sobre diligencia debida de las empresas en materia de sostenibilidad, publicada por la Comisión Europea en 2022, pasando por las diferentes iniciativas legislativas que se han llevado a cabo en Francia, Suiza y Catalunya, en los últimos años se han presentado diferentes desarrollos normativos con el objetivo declarado de controlar las actividades de las empresas más allá de las fronteras del país de origen.

Estos procesos pueden servir de guía para definir los ejes en los que podría basarse una regulación eficaz, además de ilustrar las barreras que se interponen desde los estados y las grandes compañías a la creación de un marco normativo que garantice los derechos humanos y frene la crisis socioecológica.

En el caso español, a la vez que se ha venido desarrollando un sistema de apoyos y subvenciones a la internacionalización de la empresa, así como de incentivos y reconocimiento de las “buenas prácticas” empresariales, hasta la fecha no se han llegado a contemplar mecanismos efectivos de evaluación y seguimiento para poner fin a los incumplimientos relativos al derecho internacional de los derechos humanos. El Plan de Acción Nacional de Empresas y Derechos Humanos, publicado en 2017, incluyó una serie de promesas, acciones y códigos de autorregulación y, sin embargo, no han cesado las graves y sistemáticas violaciones de derechos humanos cometidas por empresas españolas.

Hasta la fecha, en España nunca se ha contemplado el ampliar las obligaciones extraterritoriales desde la empresa matriz a sus filiales, proveedores y subcontratas en otros países; asumir la noción de interdependencia e indivisibilidad de las normas aplicables en materia de derechos humanos; obligar al cumplimiento directo por parte de las transnacionales del ordenamiento internacional; o incluir la responsabilidad penal de las personas jurídicas y la doble imputación de empresas y directivos.

Los desarrollos normativos más recientes, incluyendo el anteproyecto de ley español que se ha elaborado durante 2022, se articulan en torno a la noción de diligencia debida. Este es un concepto que se encuadra en el marco de la voluntariedad y la autorregulación empresarial, que ya se recogía en los Principios Rectores sobre las Empresas y los Derechos Humanos de las Naciones Unidas aprobados en 2011. Valga recordar que los Principios Rectores, como puede leerse en su preámbulo, “no implican la creación de nuevas obligaciones de derecho internacional, sino precisar las implicaciones de las normas y métodos actuales para los Estados y las empresas”.

Uno de los grandes obstáculos para erradicar las violaciones a los derechos humanos cometidas por las empresas transnacionales consiste, precisamente, en que no se apuesta por la creación de nuevas normas obligatorias a nivel nacional e internacional que permitan determinar y sancionar por responsabilidad directa de las empresas matrices la vulneración de derechos humanos de cualquiera de las firmas de su cadena de valor.

A nivel global no existen instrumentos jurídicos efectivos para controlar los impactos sociales, económicos, laborales, ambientales y culturales de las actividades económicas de tipo transnacional. Las obligaciones de las grandes corporaciones en materia de derechos humanos se remiten a unos ordenamientos nacionales que son papel mojado porque han sido desregulados y flexibilizados y que, en líneas generales, cuentan con estructuras judiciales y administrativas incapaces de hacer valer las disposiciones jurídicas con las que puedan llegar a contar.

Aunque con la regulación vía diligencia debida pueda avanzarse en la creación de normas vinculantes, estas no están relacionadas con el cumplimiento del derecho internacional de los derechos humanos, sino que se vinculan a la elaboración, revisión y actualización de los planes empresariales sobre los riesgos de sus actividades relativos a los derechos humanos. Unos planes que serán realizados de manera unilateral por las grandes compañías, con base a las directrices que quedarán establecidas en la norma.

El aumento de las violaciones de derechos humanos en las últimas décadas ha demostrado que la manifiesta fragilidad del derecho internacional de los derechos humanos ha impedido que sirva como contrapeso frente a la fortaleza del derecho corporativo global. Más aún, si se abandona cualquier posibilidad de avanzar efectivamente por esa vía, cuya máxima expresión actual es el tratado sobre derechos humanos y empresas sobre el que se lleva debatiendo en la ONU desde hace ocho años.

Por lo tanto, es imprescindible crear un marco jurídico propio en España con el fin de regular a las empresas transnacionales y garantizar que cumplan con los derechos humanos, teniendo estos preeminencia sobre sus intereses económicos privados. El efecto horizontal del derecho internacional de los derechos humanos habilita para que los Estados adopten normas sustantivas que establezcan obligaciones directas, concretas y diferenciadas para las empresas en materia de derechos humanos y sanciones derivadas del incumplimiento de las mismas. Asimismo, se entiende por derechos humanos todos aquellos reconocidos en instrumentos jurídicos internacionales tomando en cuenta su naturaleza universal, indivisible, interrelacionada e interdependiente.

En un contexto internacional de guerra y crisis energética, emergencia climática y socioecológica, ofensiva capitalista y aumento de desigualdades, las propuestas de regulación basadas únicamente en la diligencia debida corren el riesgo de operar como la cara amable del rescate de las grandes corporaciones por parte de los estados centrales europeos. Mientras se inyectan miles de millones de dinero público a las grandes empresas y bancos vía fondos europeos, compras de deuda, rescates de organismos públicos estatales, contratación pública, etc., no hay ninguna obligación ni requisito socioambiental efectivos para estas mismas compañías. Al contrario, se están aprobando leyes y medidas en favor de las grandes corporaciones. La diligencia debida, en esta coyuntura, viene a jugar el papel de servir como aparente contrapeso, cuando en realidad refuerza la falta de controles reales sobre el capital transnacional. No es de extrañar que grandes empresas como Microsoft, Unilever, Primark y Nestlé estén pidiendo impulsarla.

Creemos que una ley basada exclusivamente en la diligencia debida podría agravar la asimetría entre las normativas económicas y comerciales imperativas e inamovibles, por un lado, y las normas de derechos humanos y ambientales blandas e incumplidas, por el otro. Inclusive, eso reforzaría un sistema de normas jurídicas basadas en el autocontrol y la autoevaluación muy acorde con los intereses del poder económico y financiero.

Por todo ello, a la vista del texto del anteproyecto de “ley sobre la protección de los derechos humanos, la sostenibilidad y la diligencia debida en las actividades empresariales transnacionales”, gestado desde el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, y de cara al rumbo que esta iniciativa pueda tomar en los próximos tiempos, las organizaciones abajo firmantes queremos manifestar nuestro desacuerdo con el mismo.

Con esta propuesta, en lugar de aumentar las inspecciones y controles públicos, continúa la lógica de las auditorías privadas a partir de una idea genérica de “respetar los derechos humanos”, sin tener en cuenta las cuestiones relativas a la responsabilidad legal ante el incumplimiento del ordenamiento internacional por parte de las grandes empresas.

A lo largo del proceso de elaboración del anteproyecto de ley, un conjunto diverso de actores de la sociedad civil ha hecho múltiples aportaciones, además de incorporar en la documentación de la consulta pública realizada en febrero de 2022, el texto de la proposición de ley1 que se elaboró conjuntamente con el grupo parlamentario confederal de Unidas Podemos entre 2017 y 2019. Consideramos que esa propuesta, que recoge un amplio consenso de organizaciones sociales, ecologistas y sindicales, ONG y partidos progresistas sobre lo que debería ser una normativa estatal de empresas y derechos humanos, sería un punto de partida razonable para comenzar este proceso. Sin embargo ese texto, que recoge el acumulado de buena parte de las luchas y resistencias contra el poder corporativo en las que hemos venido participando desde hace dos décadas, ha sido desestimado.

Como hemos demandado durante años en campañas y movilizaciones, creemos que lo más adecuado sería una ley marco que definiera las obligaciones directas, concretas y diferenciadas para las empresas transnacionales y que exigiera su responsabilidad (penal, civil, administrativa) por la violación de las mismas en sus actuaciones en terceros países; que incluyera responsabilidad solidaria de las multinacionales por las actividades de sus filiales, proveedoras y subcontratistas; y, por supuesto, que estableciera los mecanismos efectivos para la reparación de los daños sufridos por las víctimas y un centro de empresas que sustituya las auditorías privadas por la investigación público-social.

Si quiere proteger a las víctimas de las viola­ciones de derechos humanos cometidas por las empresas transnacionales, el Estado español debe codificar sus obligaciones extraterritoriales al respecto. Seguramente podría incluir los planes de riesgos como un elemento adicional a otra serie de obligaciones extraterritoriales combinadas con mecanismos de evaluación y seguimiento, pero el caso es que en la actual propuesta se parte de los planes de riesgos de diligencia debida como único elemento vertebrador.

En definitiva, el anteproyecto de ley sobre empresas y derechos humanos que el gobierno español prevé presentar este año tendría que sustituir la centralidad de la diligencia debida por propuestas claras y precisas que aborden el control de las prácticas internacionales de las empresas transnacionales españolas.

Las propuestas de un Centro catalán sobre empresas y derechos humanos, respaldado por numerosas organizaciones de la sociedad civil y cuya puesta en marcha se está tramitando actualmente en el Parlament de Catalunya, o el Centro vasco sobre empresas transnacionales, presentado recientemente con una fuerte componente sindical, aparecen como dos referentes fundamentales a la hora de coordinar esfuerzos en la lucha contra los abusos del poder corporativo, y pueden servir de ejemplo para avanzar en la elaboración de un marco normativo que establezca obligaciones concretas, genere mecanismos efectivos para la evaluación y prevea sanciones. Asimismo representan la voluntad política de construir alianzas público-sociales.

Romper con la asimetría normativa y acabar con la impunidad de las empresas transnacionales requiere que las normas relacionadas con empresas y derechos humanos tengan, como mínimo, la misma fortaleza en cuanto a exigibilidad y justiciabilidad que las garantías y protecciones de la “libertad de empresa en el marco de la economía de mercado”. Además, habría de reafirmarse la primacía de las normas de derechos humanos sobre las reglas de comercio e inversión, a la vez que los derechos sociales, laborales y ambientales deben dejar de ser considerados como “desventajas competitivas”.

Y el corazón de esta disputa no se encuentra en la técnica jurídica, sino en la voluntad política.

Alianza por la Justicia Global

Primeros firmantes:

  1. Amigos de la Tierra
  2. Asociación Jorge Adolfo Freytter Romero (AJAFR)
  3. ASPA – Asociación Andaluza por la Solidaridad y la Paz
  4. Attac España
  5. Basoa – Casa de las Defensoras. Defendatzaileen etxea
  6. Brigadas Internacionales de Paz (PBI) – Estado español
  7. Centro de Documentación y Solidaridad con América Latina y África (CEDSALA)
  8. Centro Humanista de las Culturas
  9. CGT Confederación General del Trabajo
  10. Colectivo Sur Cacarica
  11. CooperAcció
  12. Coordinación Valenciana de Solidaridad con Colombia
  13. Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG)
  14. Coordinadora de Vivienda de Madrid
  15. Ecologistas en Acción
  16. ELA Euskal Sindikatua
  17. Entrepueblos/Entrepobles/Entrepobos/Herriarte
  18. ESK Sindikatua
  19. Fundación APY
  20. Grupo catalán de Empresa y Derechos Humanos que forman Lafede.cat – Organitzacions per a la Justícia Global y la Taula Catalana per la Pau i els Drets Humans a Colòmbia
  21. Humanistas por la Renta Básica Universal
  22. ICID – Iniciativas de Cooperación Internacional para el Desarrollo
  23. LAB Sindikatua
  24. MPP – Asociación Mesa Poética por la Paz
  25. Mugarik Gabe
  26. NOVACT
  27. Observatorio de la Deuda en la Globalización (ODG)
  28. Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL) – Paz con Dignidad
  29. Observatorio DESC
  30. Ongi etorri Errefuxiatuak Bizkaia
  31. Permacultura ATTA
  32. Plataforma Euskal Herriak Kapitalari Planto
  33. Solidaridad Internacional Andalucía
  34. STEILAS Sindikatua
  35. SUDS – Associació Internacional de Solidaritat i Cooperació